El delegado del Distrito Descentralizado Vieja Usina, Luis Ignoto fue duro en sus términos a través de la 99.9 refiriendose a la desidia del gobierno de Gustavo Pulti que dejó al sur en una situación muy difícil y con maquinaria destruida; pero también apuntó hacia el gobierno provincial y nacional por no responder a los pedidos de ayuda. “Hubo abandono durante muchos años, necesitamos tres equipos para trabajar y no completamos uno”, señaló.
Los vecinalistas de la zona sur de la ciudad se hicieron presentes ayer en el Distrito Descentralizado Vieja Usina para reclamar por obras que no se realizan en ese sector. El delegado Luis Ignoto los recibió, pero explicó que tiene una situación compleja por delante que no le permite tener demasiada operatividad.
En la 99.9, explicó como hasta el momento no lo había hecho, las limitaciones que tiene y lo que le corresponde a la desidia de la gestión de Gustavo Pulti a la cuál señaló como responsable de muchas situaciones que hoy no pueden afrontar. “Hubo abandono durante muchos años, sumado al fenómeno climático de abril que ha borrado el trabajo que hicimos previamente. La delegación tiene que contar con tres equipos y nosotros tenemos uno sólo y cuando asumimos estaba todo roto. Con ese equipo tenemos que abastecer 24 barrios por lo que debemos fijar prioridades”, aclaró primeramente.
En cuanto a las obras en desarrollo, continuó: “nuestra prioridad es el transporte público porque se moviliza mucha gente. Hicimos un corredor seguro que atraviesa 7 barrios y la última semana comenzamos con otro tramo que abarca 4 barrios. Ahí se mueven entre 7 y 8 mil personas. De ahí pasaremos a Cerrito que también tiene todas las calles destrozadas. El lunes comenzamos con Parque Independencia, tenemos un cronograma de trabajo”.
La desidia en todos los ámbitos municipales ha sido una característica durante el gobierno de Gustavo Pulti y queda evidenciado en las palabras de Ignoto: “cuando ingresamos a la gestión, lo único que funcionaba era un camión y una camioneta. Teníamos el hidroelevador con el motor roto, otro camión roto, una única pala desarmada que pudimos arreglar, una motoniveladora que no andaba y otra que estaba en arreglo hace un año y medio en Tandil. También había una Michigan desguazada que se desarmó para armar otras máquinas y una Caterpillar con 10.000 horas de uso y hace 3 años y medio que no se arregla; a pesar de que cuando ingresamos ya habían comprado los repuestos hacía un año y medio”, describió.
El personal también estaba en una situación particular, fruto de ciertos acuerdos previos de índole político: “cuando ingresamos teníamos 22 capataces, 6 operarios y dos administrativos en galpón. Eso produjo un fuerte choque, intervino el intendente y se empezó a trabajar. Hay más caciques que indios porque hace 3 años, Pulti arregló con el Sindicato en la paritaria que los obreros tenían piso y techo salarial y no se podían mover. La forma que encontraron fue recategorizarlo para arriba, por lo que el obrero pasó a ser capataz pero cuando llegó el momento de trabajar, no querían hacer la tarea del obrero, sino tener gente a cargo”, explicó.
A pesar de esos problemas en los primeros momentos de trabajo se pudo avanzar y comenzar con las tareas. Sin embargo, las limitaciones siguen presentes: “un equipo lo tenemos que tener completo, necesitamos un camión, una motoniveladora y una pala. Hemos hecho todo lo que nos han pedido de Provincia y Nación. Pedimos dos equipos nuevos. Personalmente fui a hablar para pedirlo y me dijeron que iban a ver por un cuestión presupuestaria. Después vino el ministro Joaquín De La Torre y le dije que la gente necesitaba el día a día”. Las respuestas no llegaron.
Los empleados entendieron que se debía seguir adelante, pero los funcionarios no, por eso Ignoto fue claro: “hoy los que están trabajando colaboran y aportan lo suyo. Joaquín De La Torre vino a instalar a Fiorini desde el punto de vista político, pero cuando le pedimos las cosas no aparecieron. Le estábamos pidiendo que por el costado del presupuesto del municipio cayera algo”, puntualizó.
Por otro lado, reconoció que en la presencia de los vecinalistas enfrente al Distrito Descentralizado, también hubo una movida política, aunque el reclamo era justo: “la protesta tiene política de por medio porque había gente que trabajó con Manino Iriart, con Pulti y con la CTA. La realidad cierta es que la calle está destrozada y hay lugares donde no se puede transitar, pero necesito la ayuda de los demás entes”.
En ese sentido, no quiso esquivar sus responsabilidades tampoco: “yo me como los cachetazos y está bien que así sea, los acepto. La gente fue muy respetuosa y me expresó en caliente lo que sentía. Yo elegí estar en este lugar, pero me da vergüenza como está el puerto. No vine a la administración pública para robar, no sirvo para eso”, dijo.