El veterinario habló en la 99.9 sobre el brote de encefalitis equina que se está dando en el norte de nuestro país y los motivos por el cuál la situación se vuelve peligrosa: “Brasil siguió vacunando, nosotros en algún momento, porque alguien detrás de un escritorio dijo que no había más encefalitis y firmó los papeles; no se siguió controlando“.
Como suele suceder habitualmente, Argentina se ve sacudida por un problema sanitario. En esta oportunidad se trata de la encefalitis equina que está generando un estado de alerta ante una posible propagación a todo el país desde el norte.
Como siempre, hay una serie de decisiones políticas que generan un impacto directo en esta situación. El veterinario Luis Moreno habló a través de la 99.9 sobre lo que está sucediendo: “el último brote que tuvimos fue en 1988, una de las cepas es la que está afectando ahora y es la que tiene menor mortalidad, el 40% pero puede dejar secuelas en el animal. Se dieron las condiciones climáticas con las inundaciones, los mosquitos, la migración de las aves desde Brasil y el tránsito de caballos que existe todo el tiempo entre Brasil y Argentina por los caballos criollos que vienen a competir”.
Una de las medidas que hoy tiene un impacto directo fue la decisión de declarar al país libre de esta enfermedad: “Argentina había sido declarada libre de encefalitis y no se tomaron las medidas necesarias. Se debió seguir controlando pero por problemas políticos y económicos no se hizo. Ahora tenemos este brote que puede ser controlado o bien se dispara para el resto del país. Habría que poner una buena barrera sanitaria”.
Como suele suceder, alguien que no tiene el conocimiento necesario y que tampoco consulta a lo especialistas antes de tomar medidas, genera que hoy haya un problema aún más grande: “Brasil siguió vacunando, nosotros en algún momento, porque alguien detrás de un escritorio dijo que no había más encefalitis y firmó los papeles; no se siguió controlando. El otro tema es que no hay vacunas, hay una sola que es importada y cara. Nosotros teníamos un laboratorio muy bueno que la fabricaban pero dejó de hacerlo porque como no era obligatoria, no se la vendía a nadie. Ahora, en 15 o 20 días se normalizaría el stock de vacunas”.
A la vez que se desactivó la vacunación obligatoria, el país tampoco está en condiciones de controlar todas las actividades vinculadas con los caballos: “todo el control lo debe hacer SENASA, pero el problema es que no tienen gente. No es posible que en Mar del Plata con una veterinaria, un paramédico y una administrativa controlar todo un circuito de domas, las carreras de caballos. Además, no tienen medios, vehículos. Creo que esto debe ser un control de todos, de los propietarios y los veterinarios”.
Más allá de la responsabilidad del estado, Moreno apeló también a los propios profesionales que no advirtieron con la fuerza necesaria lo que podía pasar: “si llega a haber un brote de encefalitis, sería un desastre para los caballos de carrera porque si pasa la barrera del norte, están todos los Haras de pura sangre más importantes del país. En este tema, el Estado no estuvo presente y nosotros como veterinarios no tuvimos la fuerza para decir que esto no puede ser así y que está erradicada la encefalitis”.