Polémica en Italia por la propuesta de un liguista de usar a mujeres para impulsar el turismo.
El liguista Roberto Salvini no comparte parentesco con el líder de la formación ultraderechista italiana, Matteo Salvini, pero esta semana ha dado a conocer su nombre a golpe de polémica. El diputado regional de la Liga en la Toscana ha generado un gran escándalo en Italia tras formular una propuesta nunca vista para impulsar el turismo en la región.
Para Roberto Salvini, los grandes palacios renacentistas, la enogastronomía o los verdes prados toscanos no son una atracción suficientemente importante para los turistas, así que opina que lo que debe hacer la Toscana para relanzar las visitas extranjeras es poner a “las mujeres en los escaparates” para atraer a los clientes de la prostitución, igual que hace Ámsterdam en su barrio rojo.
Lo dijo durante una reunión en la que algunos diputados discutían una nueva ley para impulsar el turismo regional. “Si media Europa invierte en ese sentido, ¿no queremos sacarnos la venda de los ojos? Estuve hace 20 años en las ferias en Alemania, en Holanda es igual, en Austria es igual, en Francia es igual: encontramos a las mujeres en los escaparates. También es turismo eso. Hay gente así, si no, no estarían”, consideró Roberto Salvini.
El comentario no pasó inadvertido a Monia Monni, una diputada regional del Partido Demócrata, del centroizquierda, que decidió grabarlo y publicar el vídeo en las redes sociales. La enorme tormenta que provocó obligó a la Liga a suspender al diputado regional, que sin embargo se niega a retirar sus palabras y a pedir disculpas a las mujeres que se sintieron ofendidas. En una entrevista posterior en el diario Il Tirreno , no sólo no pidió perdón, sino que defendió su posición. “Es inútil hacerse los moralistas, y además luego vas a esos lugares y encuentras muchos italianos. Es como con la caza: luego los cazadores italianos gastan un montón de dinero para cazar en Portugal”, aseguró.
No contento con esta comparación, el político toscano continuó con su tesis y defendió que Italia debe copiar otros modelos. “En vacaciones voy con mi mujer, pero cuando era agente de comercio acompañaba a los empresarios. Los italianos no nos creen porque estamos acostumbrados a encontrar a las prostitutas bajo las farolas, detrás de las matas, por la calle, y al contrario, les haces ver que en otras partes existe esto. Quien va a Holanda, ¿a qué va si no?”, sigue. Salvini incluso cuestiona la explotación. “¿Sabe qué sucede en Ucrania, en el Este? Las madres las mandan fuera de casa a los doce años. Lo hacen como las mujeres toscanas que iban a Camp Darby en tiempos de guerra y luego nacía un moreno. Lo hacían como lo hacen todas”. “¿Todas?”, le pregunta el periodista. “Utilizan el instrumento que tienen”, asegura el ultraderechista.
La ministra de Administración Pública, Fabiana Dadone (Movimiento 5 Estrellas), dice sentirse “conmocionada” por estas palabras. “Ante una visión así de estrecha no podemos hacer otra cosa que unirnos para luchar todavía más a favor de una paridad de género efectiva, sin la cual nuestra sociedad no podrá nunca funcionar”, tuiteó. La vicepresidenta de la región de la Toscana, Monica Barni, habla también de afirmaciones “vergonzosas” y que llevan el debate a “cincuenta años atrás”.
La polémica ha sido tanta que la Liga no ha tenido más remedio que postularse completamente en contra de Roberto Salvini. “El tono y el contenido de las declaraciones son de tal gravedad que no pueden infravalorarse”, afirmó el líder del partido en la Toscana, Daniele Belotti. En un comunicado, la formación después afirmó que el diputado regional no comparte su visión sobre la legalización de la prostitución, pues en Italia ejercer esta profesión no es ilegal,pero sí lo son los burdeles, con lo que las trabajadoras sexuales en muchos casos no tienen más remedio que buscar clientes en las calles.
Cuando la Liga entró en el Gobierno en junio del 2018, las asociaciones feministas italianas empezaron a alertar contra el retroceso en la igualdad en las expresiones de algunos de sus exponentes. Muy criticada fue la propuesta del senador ultraderechista Simone Pillon, que quería reformar el derecho de familia sobre las parejas divorciadas con un texto que situaba en clara desventaja en las mujeres. También generó una gran alarma la afirmación del entonces ministro Lorenzo Fontana, quien dijo que las familias gay no existen ante al ley. Esta última salida de su compañero de apellido no habrá hecho ningún favor a Matteo Salvini, quien ahora lucha por seguir vivo políticamente desde que fue arrinconado en la oposición tras la crisis veraniega.