Macron anuncia el fin de la abundancia económica ante el refuerzo de los regímenes autoritarios

Tras hablar largamente con Vladimir Putin, la semana pasada, Macron volvió a anunciar «tiempos difíciles y muy duros para Europa», advirtiendo que «será necesario pagar el precio necesario para asegurar nuestra libertad».

EFE/EPA/MOHAMMED BADRA / POOL

Emmanuel Macron prosigue y acentúa su pedagogía de Estado, anunciando tiempos de austeridad económica, nacional y europea, «el fin de la abundancia, el fin de la evidencia y el fin de la despreocupación; la ascensión de los regímenes autoritarios».

Con motivo de la fiesta nacional del 14 de julio, conmemoración de la toma de la Bastilla, en 1789, el presidente francés anunció «sangre sudor y lágrimas», para Francia y Europa.

Tras hablar largamente con Vladimir Putin, la semana pasada, Macron volvió a anunciar «tiempos difíciles y muy duros para Europa», advirtiendo que «será necesario pagar el precio necesario para asegurar nuestra libertad».

Medidas con costo social

Prosiguieron su rosario de advertencias y ‘via crucis’, Macron abrió el Consejo de Ministros de este miércoles insistiendo en la negra incertidumbre de los tiempos que esperan a franceses y europeos: «Estamos viviendo es el gran cambio de sociedad. Vivíamos, desde hace años, un tiempo de abundancia: liquidez financiera sin costo, dinero barato. A partir de ahora, todo eso ha cambiado. Vivimos el fin de los productos y las tecnologías a bajo precio perpetuamente disponibles. Vivimos, así mismo, el fin de las materias primas a bajo precio, como el agua. Es importante y urgente tomar las decisiones necesarias para sacar las consecuencias de esos cambios de gran calado».

En términos apenas elípticos, el presidente francés advierte de medidas presupuestarias, nacionales y europeas, que tendrán un costo social de cierta importancia.

Macron insiste: «Asistimos, en Francia y Europa, al fin de la despreocupación colectiva, debemos reaccionar».

A juicio de Macron, los nuevos tiempos, con dinero más caro y más difícil de conseguir, con indispensables cambios colectivos, con más austeridad presupuestaria, nacional y europea, coinciden con cambios políticos inquietantes, que él describe de este modo: «Muchos pensaron que la democracia y los derechos del hombre eran algo así como el pilar teológico del orden internacional. Se está imponiendo otra realidad. Asistimos a la ascensión de los regímenes iliberales, la consolidación y refuerzo de los regímenes autoritarios».