Manahel al Otaibi, la joven feminista saudita sentenciada a 11 años de prisión por terrorismo

La mujer de 29 años fue declarada culpable de cargos relacionados con su elección de ropa y la expresión de sus opiniones en internet en Arabia Saudita.

Dos grupos de derechos humanos condenaron la sentencia de 11 años de prisión impuesta por un tribunal antiterrorista a una instructora de fitness saudita que es activista por los derechos de las mujeres.

Manahel al Otaibi, de 29 años, fue declarada culpable de cargos relacionados con su elección de ropa y la expresión de sus opiniones en internet, según dijeron Amnistía Internacional y ALQST (organización saudita de derechos humanos con sede en Londres).

Las acusaciones se centran en peticiones que hace la joven para acabar con el sistema de tutela que obliga a las mujeres a tener un tutor varón y videos de ella comprando sin abaya (prenda superior simple y holgada), agregaron las organizaciones.

Los diplomáticos sauditas dijeron a la ONU que la declararon culpable de “delitos de terrorismo”.

Una carta de la misión del Reino Sunita del Golfo en Ginebra confirmó que el juicio de Manahel al Otaibi concluyó con su condena en enero, pero no proporcionó más detalles sobre el caso.

Decenas de personas, muchas de ellas mujeres, han sido encarceladas en Arabia Saudita en los últimos dos años por conexión con publicaciones en las redes sociales.

Amnistía Internacional y ALQST dijeron que Manahel al Otaibi fue una de los primeras partidarias de las reformas sociales y económicas promulgadas por el príncipe heredero Mohammed bin Salman después de que su padre, el rey Salman, lo nombrara heredero al trono en 2017.

Dos años más tarde le dijo a la emisora alemana Deutsche Welle que se sentía libre de vestir lo que quisiera y expresar sus puntos de vista.

También explicó que su comportamiento se basó “en lo que el príncipe heredero ha dicho… que tengo derecho a elegir lo que quiero ponerme, siempre que sea respetable”.

En noviembre de 2022, fue arrestada por cargos de terrorismo en medio de una represión intensificada contra la disidencia en internet.

ALQST dijo que la mujer inicialmente fue acusada de violar la Ley contra el delito cibernético, que incluye “oponerse a las leyes relativas a las mujeres, como el sistema de tutela masculina y la ley del hijab”; “participar en varios hashtags en contra de estas leyes”; “tener varias fotos y videoclips con ropa indecente en cuentas [de redes sociales]”, e “ir a las tiendas sin llevar abaya, fotografiarlo y publicarlo en Snapchat”.

Según el sistema de tutela masculina de Arabia Saudita, el padre, hermano, marido o hijo de una mujer tiene la autoridad para tomar decisiones críticas en su nombre sobre el matrimonio, el divorcio y sus hijos.

Su hermana Fawzia enfrentó cargos similares, pero huyó de Arabia Saudita ese año después de ser citada para ser interrogada, añadió ALQST.

El polémico juicio
Tres meses después de su arresto, el caso de Manahel al Otaibi fue remitido al Tribunal Penal Especializado (SCC, por sus siglas en inglés).

Grupos de derechos humanos dicen que el tribunal antiterrorista se ha utilizado para procesar a disidentes pacíficos y que es conocido por violaciones de las normas de juicio justo y por imponer duras sentencias.

El 9 de enero, el tribunal la declaró culpable y la condenó a 11 años de prisión, pero el veredicto sólo se reveló públicamente en la carta de la misión saudita a la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, fechada el 25 de enero.

La carta decía que el tribunal la declaró culpable de “delitos de terrorismo” en virtud de los artículos 43 y 44 de la Ley Antiterrorista.

Describen sentencias para “cualquier persona que cree, lance o utilice un sitio web o un programa en una computadora o en un dispositivo electrónico para cometer [un delito de terrorismo]”, y “cualquier persona que, por cualquier medio, transmita o publique noticias , declaraciones, rumores falsos o malintencionados, o similares, para la comisión de un delito terrorista”.

La carta subraya que el tribunal “verificó todas las pruebas en su contra, respetando plenamente las obligaciones internacionales de Arabia Saudita”.

“El gobierno desea subrayar el hecho de que el ejercicio y la defensa de los derechos no es un delito según la ley saudita; sin embargo, justificar las acciones de los terroristas describiéndolos como ejercicio o defensa de derechos es inaceptable y constituye un intento de legitimar los crímenes terroristas”, añadió la carta.

La jefa de defensa y activismo de ALQST, Lina al Hathloul, dijo que la “confianza de Manahel al Otaibi en que podía actuar con libertad podría haber sido un anuncio positivo para la tan promocionada narrativa de Mohammed bin Salman sobre las principales reformas de los derechos de las mujeres en el país”.

“En cambio, al arrestarla y ahora imponerle esta escandalosa sentencia, las autoridades sauditas han dejado al descubierto una vez más la naturaleza arbitraria y contradictoria de sus supuestas reformas, y su continua determinación de controlar a las mujeres de Arabia Saudita”, concluyó.