Los manifestantes condenaron los tiroteos masivos y exigieron limitar el uso de armas de tipo militar; críticas al Senado y a la Asociación del Rifle.
Tras la masacre en una escuela de Texas, donde murieron 19 niños y dos maestras, miles de manifestantes realizaron este sábado en Washington una fuerte movilización para exigir leyes que frenen la violencia con armas de fuego. La protesta se replicó en todo el país y hubo marchas en 450 ciudades.
En la capital del país, los organizadores de la Marcha por Nuestras Vidas (MFOL) estimaron que 40.000 personas se reunieron en el National Mall, cerca del Monumento a George Washington, bajo una ligera lluvia ocasional. Con cárteles de rechazo a las armas, condenaron los tiroteos masivos y exigieron limitar el uso de armas de tipo militar.
El grupo fue fundado por estudiantes sobrevivientes de la masacre de 2018 en una escuela secundaria de Parkland, Florida, donde murieron 17 personas. Los convocantes llamaron a protestar tras la masacre de Texas, y el asesinato de diez personas afroamericanas en un supermercado de Buffalo, Nueva York, un día antes.
“Nos están asesinando”, dijo X González, un superviviente de Parkland y cofundador de MFOL, en un emotivo discurso junto a sobrevivientes de otros tiroteos masivos. “Ustedes, el Congreso, no han hecho nada para evitarlo”, afirmó.
Entre otras políticas, MFOL ha pedido la prohibición de las armas de asalto, la comprobación universal de los antecedentes de quienes intentan comprar armas y un sistema nacional de licencias, que registraría a los propietarios de armas.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que apoya las protestas del sábado. El dirigente demócrata instó a principios de este mes al Congreso a prohibir las armas de asalto, ampliar las comprobaciones de antecedentes y aplicar otras medidas,
Desde Los Ángeles, Biden señaló a la prensa que habló varias veces con el senador Chris Murphy, que lidera las conversaciones en el Senado. Afirmó que los negociadores son “levemente optimistas”. El Senado, con mayoría republicana, es considerada el principal escollo para avanzar en reformas.
“Los niños no son reemplazables, pero los senadores sí. Vota”, o “Quiero sentirme seguro en el colegio” fueron algunos de los mensajes que podían leerse en las pancartas. También se corearon consignas contra la Asociación Nacional del Rifle (NRA), el principal grupo que resiste la regulación de la tenencia de armas.
La alcaldesa del Distrito de Columbia, Muriel Bowser, se sumó al reclamó y levantó la consigna “basta”, durante la manifestación en la capital federal. “Puedo hablar como alcaldesa, como madre, por los millones de estadounidenses y alcaldes estadounidenses que piden que el Congreso haga su trabajo. Y su trabajo es protegernos, proteger a nuestros hijos de la violencia con armas de fuego”, indicó a la cadena CBS.
Yolanda King, nieta de Martin Luther King, fue otra de las voces que se escuchó en Washington. “Esta vez es diferente porque no es una cuestión política, sino moral. No es de derechas e izquierdas, sino de bien o mal. No se trata de condolencias y oraciones, sino de valentía y acción”, apuntó.
Además de Washington, hubo manifestaciones en lugares emblemáticos como Parkland o Brooklyn, en Nueva York, donde el alcalde neoyorquino, Eric Adams, se sumó a la protesta.
Testimonios
Courtney Haggerty, una bibliotecaria de 41 años de Lawrenceville, Nueva Jersey, viajó a Washington con su hija de 10, Cate, y su hijo de 7, Graeme.
Haggerty dijo que la matanza de 2012 en la escuela primaria Sandy Hook de Newtown (Connecticut), en la que un hombre mató a 26 personas, la mayoría niños de seis y siete años, se produjo un día después del primer cumpleaños de su hija. “No puedo creer que todavía estemos haciendo esto”.
Kay Klein, una formadora de profesores de 65 años de Fairfax, Virginia, que se jubiló a principios de mes, solicitó no votar a los dirigentes que se niegan a tomar medidas en las elecciones de mitad de término de noviembre, cuando estará en juego el control del Congreso. “Si realmente nos preocupan los niños y las familias, tenemos que votar”, dijo.
Debate
Los tiroteos sumaron presión al debate en curso en el país sobre la violencia con armas de fuego, aunque las perspectivas de una legislación federal siguen siendo inciertas dada la firme oposición de los republicanos a cualquier límite sobre las armas de fuego.
En las últimas semanas, un grupo bipartidista de negociadores del Senado ha abogado por llegar a un acuerdo, aunque aún no lo ha conseguido. Sus esfuerzos se centran en cambios relativamente modestos, como incentivar a los estados para que aprueben leyes de “bandera roja” que permitan a las autoridades retener las armas de los individuos considerados peligrosos.
La Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, aprobó el miércoles un amplio conjunto de medidas de seguridad para las armas, pero la legislación no tiene ninguna posibilidad de avanzar en el Senado, donde los republicanos consideran que los límites a las armas infringen el derecho de la Segunda Enmienda de la Constitución a portar armas.