El titular de Educar 2050, Manuel Álvarez Trongé, analizó en la 99.9 los problemas educativos del país y donde se debe poner el eje para mejorar una situación preocupante: “hace 25 años que las cifras con trágicas y dolorosas, pero la sociedad no se conmueve con eso”, indicó.
Las decisiones comunicadas por la gobernadora María Eugenia Vidal en torno a la educación para 2018 han traído nuevamente a la superficie el debate sobre el tipo de escuelas que queremos para nuestros hijos y cuál es la salida a un nivel educativo que no está a la altura de las necesidades del país.
El director de Educar 2050, Manuel Álvarez Trongé analizó la realidad que atraviesa Argentina en el ámbito de la educación y prefirió comenzar su exposición con un panorama de los problemas que se deben enfrentar: “tenemos que entender la situación. Deberíamos tener una clara definición y es que Argentina no aprende. Los análisis e investigaciones hace 25 años nos indican cifras trágicas y dolorosas, pero la sociedad no se conmueve con eso”, señaló en la 99.9.
Los números son tan claros como preocupantes y los problemas no suelen ser reconocidos como tal: “las cifras dicen que más del 50% de los alumnos no comprenden un texto sencillo. Esto es la habilidad básica para aprender y enriquecerse. Hay otra cifra en las últimas pruebas Aprender que dice que el 70% de los chicos de secundario evaluados, no pueden resolver un ejercicio sencillo de matemáticas. A esto debemos sumarle un problema de inequidad de acuerdo al lugar del país donde nacemos, la cuna a veces define las posibilidades de educación de un argentino”.
Aún cuando se plantea la educación en las mejores escuelas del país, la comparatoria con el nivel educativo internacional dejan al país en una situación muy compleja. “Las mejores escuelas argentinas están calificadas entre las peores del mundo desarrollado. Es un problema educacional que abarca a toda la sociedad. Esto debería causar una conmoción, un clamor social para levantar la voz, sino estamos autoengañandonos porque la respuesta del padre es que la educación del hijo está bien pero la del país está mal”.
Muchos de los niños argentinos también suelen abandonar la escuela generando en la deserción también un punto sobre el cuál se debe trabajar: “un problema enorme de los argentinos es que no terminamos la educación obligatoria. Más del 50% no termina el secundaria. Frente a este abandono, lo primero que hacen los chicos es unirse a banditas que lo llevan a armas, drogas o actos violentos. Argentina reacciona frente a cadáveres, pero ante los cadáveres educativos no se los identifica”, comentó Álvarez Trongé.
La respuesta que propone este especialista en educación, se baja en tres ejes que permitirían visibilizar aún más el tema. “Hay tres planteos básicos para la sociedad. Lo primero es informarnos que está pasando con los hijos, hermanos o nietos en la escuela; lo segundo es participar y el tercero que se debe hacer es el reclamo. El argentino medio es muy solidario y aquí debemos implementarlo, no podemos seguir llevando chicos a las escuelas y que salgan sin saber porque ahí hay un fraude”, sentenció.