El Profesor de Medio Oriente y Caucaso especializado en minorías étnicas y religiosas de la universidad Alberto Hurtado de Chile habló en la 99.9 sobre el complejo entramado de minorías dentro de Medio Oriente y el impacto que tiene en la realidad actual.
La comprensión de todo lo que sucede en el espectro de Medio Oriente suele ser muy compleja porque además, la construcción de ese lugar del planeta también ha tenido, a lo largo de la historia, muchas complejidades.
El Profesor de Medio Oriente y Caucaso especializado en minorías étnicas y religiosas de la universidad Alberto Hurtado de Chile, Manuel Ferez habló en la 99.9 de este entramado que hoy se refleja particularmente con lo que sucede en Líbano: “parto de la idea de que la visión que tenemos de Medio Oriente centrada en el estado nación, a veces oscurece tantas minorías que componen estos estados que realmente no están tan cómodas. En Líbano tenemos un país que desde su Constitución reconocía la distinción de 18 comunidades étnicas o religiosas que componen el estado. Entonces tenemos desde los drusos que residen en la parte sur de Líbano, norte de Israel y una parte de Siria, donde hay esa triple frontera; tenemos a los cristianos maronitas, que en su momento eran mayoría en Líbano y del mundo musulmán, tenemos a los sunitas, a los shías, y minorías como los armenios y en su momento los judíos. Tenemos en Líbano un estado multiconfesional. En Siria tenemos a los alauitas, que son la élite gobernante y es el 12 % de la población. Tenemos una población kurda muy importante en la frontera con Turquía, en el Kurdistán sirio. Siria tiene un montón de minorías. En el estado teocrático de Irán, en la República Islámica de Irán, tenemos muchísimas minorías que son muy invisibilizadas. Cuando aparecen estos conflictos habría que voltear a ver a las minorías para ver cómo reaccionan. El asesinato de Hassan Nasrallah, un líder de Hezbolá que reprimió brutalmente la primavera árabe en Siria, ayudando a Bashar al Asad a reprimir a los sunitas, drusos y demás, pues fue festejada”.
Ese contexto no puede quedar fuera del análisis que se realiza sobre la actualidad en ese sector del planeta, pero cotidianamente, todo esto no es mencionado: “los marcos de referencia del siglo 21 no entienden muchas veces estas disputas internas. Cuando vemos esta diversidad que componen los estados, la pregunta es por qué no funciona el estado reconociendo estas diferencias internas y por qué siguen teniendo estos conflictos que mandan un discurso religioso en donde te califican como secta que hay que reprimir. También pasa con los alauitas, que tendrán una relación política o estratégica con Irán, pero al mismo tiempo no son reconocidos como una religión por sí misma, con libertad de ejercerla. Si no tuvieran el poder en Siria, los alauitas lo más probable es que serían una una comunidad muy perseguida”.
Hay todo un entramado de promesas incumplidas y de negociaciones que han generado, como definió Manuel Ferez que Medio Oriente quede mal armado: “Hezbolá mató a 12 niños sirios que estaban jugando fútbol en el norte de Israel con un misil y eso como que se ha ido olvidando. Ahora en el ataque de Irán, la víctima mortal es un palestino. Entonces cuando lo ponemos en esos términos, empezamos a cuestionar las acciones. Creo que a los drusos les prometieron un estado en las negociaciones de paz después de la guerra mundial, en 1920 y el nacionalismo árabe se los comió, pero ellos, igual que los armenios, igual que los kurdos, se les prometió algo. Está tan mal armado Medio Oriente que el cuarto grupo étnico más numeroso no tiene estado, son los kurdos. Son 30 millones de seres humanos que están desperdigados en cuatro estados, sujetos a discriminación en esos cuatro estados, asimilación forzada, perseguidos, negados, y no tienen estado. Entonces, si el cuarto grupo étnico más numeroso de Medio Oriente no tiene estado, es que el Medio Oriente se armó mal. Desde ese armarse mal, estos estados carecieron de mecanismos institucionales para reconocer esa diversidad. Líbano e Israel en términos de constitución, son los estados que reconocen mayor diversidad. Tristemente, tenemos un Líbano secuestrado por un grupo Shía que responde a lógicas religiosas y que su centro de control no está en Beirut, o su metrópoli sino que está en Teherán. Un neocolonialismo iraní del cual tampoco se habla mucho”.
También hay un rol importante que han ejercido y todavía lo hacen, algunas naciones europeas encabezadas por Francia: “tenemos todavía los legados del colonialismo francés, incluso no solo en la política cotidiana, sino en la mente. Cuando empieza el conflicto en Armenia, cuando los azerbaiyanos agreden a los armenios en Nagorno Karabaj, mucha gente se volteó a Francia como diciendo tú tienes que entrar ahí a defender a los armenios. También recuerdo hace tiempo cuando Macron va a Jerusalén de visita a Israel, va a una iglesia y legalmente Francia tiene que cuidar a esa iglesia. Hay un legado colonial europeo, tanto en la práctica como en la mente. Es bien paradójico esa disyuntiva en Medio Oriente de por un lado, rompamos con el colonialismo, pero muchas veces acaban replicando actitudes colonialistas. Francia, en la reflexión sobre el desastre que es medio Oriente contemporáneo, tiene un lugar particular, como también lo tiene Inglaterra. Llevamos más de 100 años y seguimos con problemas bien estructurales que no son resueltos por los propios actores de la zona”.
Ante este complejo panorama, para Ferez hay que pensar una salida que permita generar estados en Medio Oriente para que se regulen a sí mismos: “la pregunta ahora es cómo podría la comunidad internacional empoderar a las instituciones de gobierno libanés para que retomen cierta soberanía y control de su territorio. Líbano es un país disfuncional en toda regla. La pregunta de fondo, cuando volteamos a ver Irak, Yemen, Libia, que nadie habla de Libia pero es un desastre; es porqué hay una serie de estados fallidos que de verdad, a los únicos que les interesa tener esta serie de estados fallidos es a los iraníes, que entienden que creando caos y de inestabilidad en la zona, para controlar el destino de estos países”.