La especialista en toxicología de mamíferos marinos indicó a través de la 99.9 los resultados de un estudio publicado a nivel internacional y que indica que entre 30 y 50 años quedarán pocas orcas en distintos lugares del planeta: “es una proyección hecha con datos concretos”.
La posible desaparición a futuro de algunas especies como orcas y ballenas en distintos puntos del planeta, ha despertado un interés internacional a través de un estudio publicado recientemente. Mar del Plata todos los años tiene paso de ballenas por sus costas y este año en particular, hubo incluso un par de ejemplares encallados.
La Dra. Marcela Gerpe, especialista en toxicología de mamíferos marinos, se refirió al tema en la 99.9 indicando en primer término que “la información surge de un trabajo publicado en la revista Science. Lo que hicieron grupos de investigadores es recopilar información de varias décadas hasta ahora, de los niveles de contaminantes, entre ellos el PCB (bifenilos policlorados) y aplican un modelo que determina o predice un futuro a 30 o 50 años con Orcas de distintos lugares”.
La contaminación sigue siendo un problema global y el caso mencionado del PCB tiene efectos puntuales en los mamíferos que pueden indicar un futuro de pocos ejemplares para algunas especies: “los niveles de contaminación del PCB tienen efectos en los sistemas inmunológicos, disminuyendo las reacciones del organismo ante ciertas enfermedades, generando un efecto indirecto. Quedan expuestos a las enfermedades. Esto también provoca alteraciones en el sistema hormonal reproductivo por lo que se asocia con una disminución poblacional”.
En cuanto a las ballenas baradas en la ciudad, la Dra Gerpe remarcó que “hemos tenido 4 eventos en la provincia de Buenos Aires de los cuáles dos ingresaron en Mar del Plata. Tenemos muestras y las estamos estudiando para saber si hay PCB y también de toxinas asociadas con las algas nocivas. Algunos autores consideran que quizás sea una causa porque son neurotóxicas y pueden provocar una alteración nerviosa que derive en una desorientación”.
A futuro, será muy difícil pensar en que se reduzcan los niveles de PCB ya que era una tendencia que se pretendía bajar para el primer cuarto del presente siglo, pero no hay siquiera niveles más bajos en la actualidad: “el PCB todavía no ha sido eliminado el 80% de lo que se ha liberado. En el Convenio de Estocolmo se convino una disminución para el 2025 y no creemos que se pueda alcanzar”, finalizó.