El perito naval habló en la 99.9 sobre su opinión luego de haber trabajado en ambas instituciones. También planteó sus diferencias con el único proyecto existente.
La información sobre el financiamiento de la Escuela Nacional de Pesca, generó una nueva controversia. El Ministerio de Defensa y las autoridades militares indicaron que no se pueden seguir poniendo fondos públicos para el sostenimiento de la escuela y la única propuesta que existe proviene de la Asociación de Capitanes, Pilotos y Patrones de Pesca a través del CESMAr.
El perito naval Marcelo Fuster, brindó su opinión en la 99.9 ante las críticas que han surgido sobre la única alternativa. Inicialmente, señaló que “estuve como docente de la Escuela Nacional de Pesca durante 28 años. Soy ingeniero naval, además de perito en ingeniería naval y tengo una trayectoria en todo lo que es empresa pesquera, buque pesquero, flota y demás. Conozco el tema bastante bien. La Armada en su momento tenía la intención de que la escuela funcionara como tiene que ser. Es una institución civil en manos de una institución militar. Así lo es desde el 77, cuando le pasan a la Armada la administración de la escuela. Cuando los directores eran retirados, se manejaba con buen criterio. Yo entro en el 90 y cuando la Armada decide convertirlo en una unidad militar, ya no me gustaba. Tengo que reconocer que le costaba a la Armada manejar una institución civil con los criterios militares. Cuando yo me retiro por razones personales y profesionales para desarrollar mi actividad, ya en ese momento a mí Jorge Frías me convoca cuando crea a través de la asociación, el famoso CESMAr y también trabajé un tiempo allí”.
La intención de Frías de colaborar con la Escuela no es algo que se haya propuesto ahora porque el problema es visible hace tiempo: “la idea de Jorge no es nueva, no es de ahora, ya en su momento me decía que si era necesario, él podía colaborar con la administración de la escuela. No es algo nuevo ni que se le ocurrió ahora. Considero que la Armada tardó mucho tiempo en darse cuenta que no estaba haciendo las cosas bien. Lo critiqué mucho en ese momento, la Escuela de Pesca necesita elevar el nivel, porque los buques actualmente de mayor tecnología, de mayor capacidad, requieren gente mucho más preparada, mucho más capacitada”.
Ahí entra en discusión otro tema, que es generar una alternativa a la propuesta del CESMAr, porque sino no hay salida. “La asociación tiene una propuesta, mala o buena, no la sabemos porque no la conocemos en profundidad; lo que sí sé que es la única, y eso es lo que a mí me molestó, que hay alguien que hizo la propuesta y hay otros que salieron a criticar, no la conocen, pero tampoco hacen una segunda propuesta. Él separa los capitanes pilotos de los maquinistas y también de los marineros. Que los maquinistas vayan a capacitarse a la escuela nacional fluvial y que los marineros los tiene Prefectura; pero la pesca es muy especial. La unidad productiva que es el buque tiene características únicas y especiales. Considero que la Escuela Nacional de Pesca o cualquier institución que quiera capacitar personal embarcado de la pesca tiene que ser integral; desde el marinero, pasando por el capitán, pasando por los maquinistas. Las capacitaciones no son tres categorías, es una sola que es personal embarcado”, opinó.
En medio están todos los egos del sector que deberían estar trabajando de manera mancomunada porque si la Escuela Nacional de Pesca funcionara bien, todos se verían beneficiados: “no es complicado. Acá falta unirse pero me parece que podría mejorarlo por este lado. Hay otros actores que no están diciendo lo que hay que decir. Es cuestión de salvar la escuela nacional de pesca, vayamos por un objetivo; dejemos las ambiciones, las peleas y las cuestiones personales de lado”.