El Defensor Adjunto de la provincia de Buenos Aires habló en la 99.9 sobre las implicancias de la Ley de Salud Mental que a partir del próximo año someterá a una transformación de las instituciones psiquiátricas.
La Ley de Salud Mental sigue siendo un eje de discusión y sobre todo desde que se informó que debían transformarse las instituciones psiquiátricas desapareciendo como tales. Desde la Defensoría del Pueblo provincial, pusieron el foco en este tema y lo hizo puntualmente Marcelo Honores que se desempeña como defensor adjunto.
A través de la 99.9 señaló que “hay un órgano de revisión de la Ley de Salud Mental para controlar el funcionamiento de las instituciones públicas y privadas, además de denunciar ante el Consejo de la Magistratura incumplimientos judiciales. Queremos crear dispositivos intermedios para que las personas que se encuentran en situación de encierro involuntario puedan salir del mismo”.
Justamente la transformación de las instituciones psiquiátricas para Honores tiene que ver con un cambio de paradigma social: “desde el 2020 se van a ir transformando y no se abrirán nuevas instituciones. El año que viene tendría que estar la ley plasmada pero no se está dando, es algo que está en plena discusión”.
Para el defensor adjunto, el objetivo que se persigue no es que las personas con estas patologías terminen en la calle: “se está apuntando justamente a que no se deje a las personas con problemas psiquiátricos en la calle. Esto es contrario a cualquier política de derechos humanos. Lo que se quiere, es que sea una política comunitaria”.
También la droga aparece como un tema central en estos casos. “El consumo de estupefacientes es uno de los grandes problemas del país y la provincia, hay vacíos de la ley y disposiciones que no se cumplen. Esto genera una anarquía que no permite afrontar los tratamientos con la firmeza necesaria”, concluyó.