El fiscal Marcelo Romero, integrante de Usina de Justicia, habló en la 99.9 sobre lo que está sucediendo en Mar del Plata con la justicia federal y destacó que “es algo escandaloso”. Además, explicó que “hay una interpretación absurda de las leyes basada en el abolicionismo zaffaroniano y esta doctrina se toma como un catecismo laico obligatorio desde la propia Facultad de Derecho”.
Dentro de la justicia argentina, se ha creado un serio debate en base a lo que sucede en Mar del Plata con fiscales federales que se niegan a investigar la agresión al presidente Mauricio Macri y, peor aún, tratan de obstaculizar la investigación del juez Alfredo López. Como fiscal y también miembro de Usina de Justicia, el Dr. Marcelo Romero brindó su opinión en la 99.9: “la creación del partido político Justicia Legítima, es una mancha negra para la historia judicial argentina”. Luego abundó: “cualquier magistrado tiene derecho a tener su ideología y postura, pero quien elige la carrera judicial no puede hacer política dentro de esta institución porque la justicia debe ser independiente del poder político. Eso no quiere decir que no exista colaboración entre las partes”.
Refiriendose puntualmente a lo sucedido en Mar del Plata, indicó que “es algo escandaloso porque dos fiscales federales y el fiscal general se están negando a investigar el ataque al presidente de la Nación. Ni siquiera hay que esperar las pericias porque se vio en vivo por la televisión. Le brindo mi apoyo al magistrado que no conozco y espero que los marplatenses hagan lo mismo”.
En cuanto a la manera de luchar contra un sistema judicial que no brinda la justicia que espera la sociedad, el fiscal Romero advirtió que “leyes tenemos de sobra, puede ser que haya que modificarlas y mejorarlas, pero lo más preocupante es la interpretación que se hace de las leyes. El Código Penal es severo, no es Disneylandia, pero hay una interpretación absurda basado en el abolicionismo zaffaroniano y esta doctrina se toma como un catecismo laico obligatorio desde la propia Facultad de Derecho”.
Comprendiendo esta lógica reinante desde las formación de los abogados, es que justificó que “es lógico, pero a la vez terrible, que existan fallos absurdos contrarios a la lógica. Lo jóvenes estudiantes tienen que leer a Zaffaroni pero confrontarlo con otras teorías. Es simplemente el pensamiento de una persona, pero no una Biblia. Tienen que leer a autores clásicos para luego confrontarlos”, recomendó.
Si bien se está tratando de trabajar en el cambio de esta modalidad dentro de la justicia, aseguró que “van a pasar muchos años para revertir esto. No es sólo los jóvenes estudiantes de derecho porque esto ha llegado a la Magistratura Superior, es decir jueces de Cámara y de Casación Federal que toman la doctrina de Zaffaroni como si fuera un oráculo”.