El presidente de la Asociación Argentina de Fiscales, habló en la 99.9 sobre el funcionamiento del sistema de justicia en nuestro país y señaló que “hay cosas para modificar, pero otras son provocadas”.
La Justicia es un eje de discusión constante en nuestro país y más en los últimos años donde se ha visto un deterioro de la credibilidad y confianza de los argentinos en todo el sistema judicial.
El presidente de la Asociación Argentina de Fiscales, Marcelo Varona, dio su punto de vista a través de la 99.9 indicando que ciertamente hay muchas cosas por cambiar, pero otras que son positivas: “quienes nos dedicamos a la administración de justicia, creemos que hay cosas ciertas para modificar y otras que son provocadas o que hay un defecto de comunicación en el sistema de justicia. Hay cosas explicables”.
Al momento de enumerar algunos puntos importantes en las falencias del sistema indicó que “el primer problema es que no tiene recursos de ningún tipo, hay muy poca justicia en el interior que tiene recursos. Ayer fui a una localidad en el interior de la provincia de Buenos Aires donde faltan designar la mitad de los fiscales. Otro problema es la cantidad de procesos que hay, el índice de conflictividad y en base a eso, la cantidad de fiscales y recursos para la justicia. El presupuesto es bochornoso. En algunos lugares del país hay un fiscal cada 32 mil habitantes. Después la preparación de fiscales y jueces es muy buena, pero hay un sistema penal que viene funcionando como se puede y aparecen los problemas de injerencia sobre la justicia”.
Los inconvenientes más importantes se van generando cuando la política quiere influir en los fallos, algo que en nuestro país pasa constantemente: “desde la época de Menem se empezó a ver de manera descarada como la política quiere influenciar las decisiones judiciales. La sociedad debiera saber que la mayoría de los jueces no llegan por la política”.
Para el Dr. Varona, a pesar de que algunos fallos se alejan de las pruebas que se generan en los procesos y que son duramente criticados, hay garantías evidentes en el mismo: “el sistema es garantizador de los resultados. En el proceso intervienen un fiscal, un abogado y tres jueces; si se equivocan todos, va a la Cámara donde hay otros tres jueces que revisan la causa para llegar a Casación. Puede ser que haya jueces y fiscales que actúen más y los exponemos cuando es así. Hoy todo el mundo opina de todo y pasa en todos los ámbitos”.
Desde su mirada, el valor del fiscal y de los jueces es darle oportunidades a los ciudadanos de a pie de buscar justicia ante los más poderosos: “todas las protecciones de fiscales y jueces es para que puedas ir en contra del poder de los mafiosos, del totalitarista, del estado. Después hay buenos fiscales, malos fiscales, buenos comisarios, malos comisarios, buenos políticos y espantosos políticos”.