Unos 1.200 personas homenajearon a las víctimas y reclamaron que se quite el nombre de Rodolfo Walsh de la estación de subte E “por ser el ideólogo de la masacre”. También exigieron que se remuevan del Parque de la Memoria los nombres de los autores del atentado y se instalen placas que recuerden a los muertos en el ataque.
A 46 años del ataque terrorista más sangriento de la historia argentina previo al de la AMIA, diversas organizaciones sociales, grupos de jóvenes, familiares, deudos y víctimas de la denominada “Masacre en el Comedor” provocada por Montoneros marcharon este sábado desde la estación Rodolfo Walsh de la línea E de subte, que homenajea justamente a quien es considerado como ideólogo del brutal episodio, hasta el lugar donde se produjo el ataque terrorista, en la ex Superintendencia de Seguridad, en Moreno al 1400.
Los manifestantes recordaron a las víctimas del atentado de Montoneros y aplaudieron la reapertura de la causa ordenada por la Cámara Federal, para que pese al tiempo transcurrido se investigue y juzgue a los responsables. Además, en la marcha se pidió que se instalen placas recordatorias de los 23 muertos por la bomba y se retire el nombre de Rodolfo Walsh de la estación de subte que lo recuerda.
Bajo la consigna “El ideólogo y la masacre. Marcha contra la impunidad”, la movilización buscó concientizar sobre “el intento de invisibilización de este y otros atentados cometidos por Montoneros y otras organizaciones armadas”.
El punto de encuentro fue la estación Rodolfo Walsh, de la línea E de subterráneos, considerado por los organizadores “símbolo de los impropios homenajes y reconocimientos que los perpetradores de estos crímenes reciben hasta el día de hoy de parte de la dirigencia política y referentes culturales”.
Frente a la sede de la ex Superintendencia de Seguridad, se leyó el Manifiesto del 2 de Julio, un documento firmado por AfaVitA -Asociación de Familiares y Amigos de Víctimas del Terrorismo en Argentina y la Comisión de Homenaje a Policías y Ciudadanos Muertos por la Violencia-, con la adhesión de más de 30 entidades de todo el país.
Las organizaciones convocantes denunciaron que “el Estado transformó la noble causa de los derechos en mera ideología, al servicio de la construcción de un poder perverso, cimentado en la siembra de discordia, la colonización de la justicia y la confiscación de la República.”
“Hemos dejado de manifiesto cómo la clase dirigente argentina sigue pisoteando la memoria y la dignidad de las víctimas al homenajear al ideólogo de la masacre que dejó a los 23 muertos que hoy recordamos con nuestras pancartas”, dice el texto. Y advierte: “Estamos hartos y ya no vamos a quedarnos callados ante esta afrenta repugnante. No hay ninguna razón de bien público, ninguna consideración ajustada a los intereses del país que justifique la imposición de la mentira desde el Estado, la impúdica falsificación de la historia, la repugnante transformación de asesinos y terroristas en héroes y el cruel e inhumano silenciamiento de sus víctimas inocentes”.
En ese sentido, se anunció que la marcha se repetirá cada 2 de julio en homenaje y recordación de las víctimas y se reclamó a las autoridades que eliminen el nombre de Rodolfo Walsh de la estación de subtes línea E, por ser el ideólogo de la masacre; se remuevan del monumento erigido en el Parque de la Memoria a los autores de este atentado y se instalen placas que recuerden a las víctimas de esta masacre.
El texto del Manifiesto difundido este 2 de julio de 2022
Queridos amigos, compatriotas y personas de buena fe que esta mañana nos han acompañado en esta marcha para testimoniar la impunidad y la burla de las instituciones para con las víctimas del terrorismo. Hemos dejado de manifiesto cómo la clase dirigente argentina sigue pisoteando la memoria y la dignidad de las víctimas al homenajear al ideólogo de la masacre que dejó a los 23 muertos que hoy recordamos con nuestras pancartas.
Decimos que estamos hartos y que ya no vamos a quedarnos callados ante esta afrenta repugnante. No hay ninguna razón de bien público, ninguna consideración ajustada a los intereses del país que justifique la imposición de la mentira desde el Estado, la impúdica falsificación de la historia, la repugnante transformación de asesinos y terroristas en héroes y el cruel e inhumano silenciamiento de sus víctimas inocentes. ¡No hay ninguna justificación! Y sin embargo esto es lo que se ha hecho, nada menos que por un Estado que transformó la noble causa de los derechos en mera ideología, al servicio de la construcción de un poder perverso, cimentado en la siembra de discordia, la colonización de la justicia y la confiscación de la república.
Lo actuado resulta, además, repugnante a la tradición jurídica y cultural, a la Constitución y a los tratados internacionales, y acredita un perverso criterio discriminatorio. Estamos viviendo lo que le sucede a una nación cuando tolera y consiente que sus leyes y sus jueces se sometan al poder de turno: instituciones ausentes, criminalidad sin freno, inseguridad generalizada, leyes aberrantes, ruina económica, discordia y odio crecientes. Los jóvenes vemos, a veces con impotencia, y siempre con indignación, cómo se incita a la enemistad entre los ciudadanos, hijos de la misma Patria, cómo se tejen intrigas y se alientan prácticas mafiosas que mancillan el honor y silencian el clamor de verdad y de justicia.
Cada 2 de Julio haremos el mismo recorrido, denunciando la impunidad a todo aquel que nos quiera escuchar, en todos los espacios que estén dispuestos a oír nuestro reclamo. Cada 2 de julio rendiremos homenaje y tributo a las víctimas inocentes de un atentado monstruoso e impune. Y pedimos a quienes están a cargo de los tres poderes de la república que escuchen las siguientes demandas:
- Que se elimine el nombre de Rodolfo Walsh de la estación de subtes línea E, ya que fue el ideólogo de la masacre, el que decidió poner una bomba vietnamita en un comedor.
- Se remuevan del monumento erigido en el Parque de la Memoria a los autores de este atentado.
- Se instalen placas que recuerden a las víctimas de esta masacre.
Decimos que un Estado que homenajea terroristas es un Estado terrorista; ¡decimos basta! Esperamos que nos escuchen y estaremos aquí hasta que lo hagan, demandando justicia, verdad y el fin de la impunidad. ¡VIVA LA PATRIA!