El académico y columnista colombiano especialista en Medio Oriente, habló en la 99.9 sobre la particular situación del Líbano.
En medio de la guerra que se ha desatado desde el pogromo del 7 de octubre, hay una nación que ya no puede ser tal y quedó atrapada. Se trata del Líbano que desde la década del 70 ha quedado encerrada en una situación donde los ciudadanos sufren las consecuencias por intereses que le son ajenos.
El académico y columnista colombiano Marcos Peckel, especialista en Medio Oriente, habló al respecto a través de la 99.9 recordando que “la guerra civil en Líbano estalló el año 1975, y duró 15 años. Fue una guerra brutal. Inicialmente eran unos campos más o menos definidos entre la población cristiana del Líbano, un 40 % estamos hablando en aquella época, contra los musulmanes divididos entre los chiítas, que son la mayoría relativa a la población del Líbano, los sunitas y los drusos, que son una secta derivada del Islam, en el otro campo. Pero después de algunos años, con la participación de la Organización para la Liberación de Palestina la guerra empezó a degenerarse. Ya no era solamente cristianos contra musulmanes, sino entre ellos también: cristianos contra cristianos y musulmanes contra musulmanes. Finalmente, el ejército sirio invadió Líbano en 1976, supuestamente para generar la paz, lo cual no pudo hacer y luego Israel, en el año 1978, por primera vez, y en 1982 entró a Líbano para expulsar a la OLP, que atacaba a Israel desde el sur del país. Ese fue el primer campanazo de una situación en Líbano y precisamente es ese año 1982, nace el grupo Hezbolá, inspirado en la revolución islámica de Irán y creado por la guardia revolucionaria iraní, supuestamente representando a la población chiíta libanesa”.
Sin embargo, la historia dirá que poco tiene que ver la organización terrorista con los intereses de cualquier libanés: “Hezbolá es una organización que responde a los intereses de Teherán, no de la población libanesa. Ni siquiera la población chiíta a la que dice representar. Van una guerra con Israel si Irán se lo ordena, como hizo en el año 2006, independiente de lo que le ocurra a los libaneses, sean drusos, sean cristianos, sean chiitas o sunitas. Ya lo había hecho en el año 2006 cuando atacó a unas poblaciones fronterizas de Israel y secuestró a dos soldados, lo cual generó una guerra que duró 33 días y fue devastadora para el Líbano. En este caso, mucha población libanesa ve con muchísima sospecha y preocupación la presencia de Hezbolá. Uno de los cohetes que lanzaron a Israel hace apenas un par de meses cayó en un lugar de población drusa de Israel, en el Golán, y mató a 12 niños que estaban jugando fútbol”.
Si bien todos los que habitan el Líbano no quieren a Hezbolá, no tienen manera de sacarlos de ese lugar: “Hoy en día los campos en Líbano están más o menos definidos; por un lado está Hezbolá con algunos aliados cristianos, cosa rara, y por otro lado están los sunitas, los drusos y la mayoría de los cristianos. El país está inexorablemente dividido. El estado libanés ya colapsó, no hay presidente hace años, no hay primer ministro y Hezbolá tiene paralizado el parlamento libanés. En Líbano se hacen elecciones, pero es como tener una democracia sin estado. La población está muy preocupada porque en caso de una guerra total, pues van a sufrir todos, los drusos, los cristianos, y ellos no son parte de este conflicto. Líbano e Israel no tiene ningún diferendo, ni ningún conflicto. Ellos no se ven parte de esto, se ven como una guerra proxy de Irán, donde los que al final del día van a sufrir son ellos que no tienen nada que ver”.
Mientras tanto hay una amenaza de respuesta a Israel luego de que atacaran con precisión a través de los beepers y eso preocupa aún más: “el temor de Israel no son los cohetes, tiene como defenderse de eso. Lo que más les preocupa es una incursión estilo la de Hamas el pasado 7 de octubre. Hezbollah estacionó en la frontera con Israel, en abierta violación a la resolución 1701. Las fuerzas élite de ellos, la Raduán cuyos comandantes han sido matados por Israel en los últimos días, se instalaron con la intención de invadir Israel y llevar a cabo una masacre similar a la de Hamas. Ese es el temor a Israel aunque los cohetes de Hezbolá pueden alcanzar cualquier esquina de Israel, lanzado desde cualquier lugar de Líbano”.
Justamente respecto del ataque de la inteligencia israelí, agregó que “le dio uno golpe certero con el ataque de los beepers y de los walkie talkies. Les demostró que sabe dónde están los comandantes de Hezbolá porque ha eliminado a varios en sus apartamentos en Beirut y hay un esfuerzo diplomático serio por parte de EE.UU. y Francia para evitar la guerra total. La única razón que impediría que Israel ataque Líbano es que las fuerzas de Hezbolá se retiren detrás del río Litani. No hay ninguna otra opción que Israel vaya a soltar”.