La Ingeniera Agrónoma, María Elena Otegui, dio una visión distinta en torno al presupuesto del CONICET y la forma en la que se debe aplicar el dinero: “seguimos inflacionando el área de recursos humanos, pero después no podemos trabajar”, agregó en la 99.9.
La problemática con el presupuesto del CONICET encontró una tregua, pero la discusión de fondo está presente y se necesita conocer todos los puntos de vista que pueden aplicarse. Uno de ellos, lo brindó en la 99.9 la Ingeniera Agrónoma María Elena Otegui que integra el organismo: “la aplicación del presupuesto en ingreso a carrera, parece un recorte muy grande, pero cuando uno lo mira en el conjunto del presupuesto científico que nadie duda que es bajo, no ha disminuido”, aclaró inicialmente.
En torno a la inflación, también se debe analizar cada cifra y para Otegui eso estuvo medianamente contemplado: “el karma que tenemos en el país es la inflación, pero el presupuesto contempló un ajuste para salvar esas diferencias. No podría decir que el presupuesto se ha achicado, pero sigue siendo escaso para todo lo que necesitamos”, agregó luego.
La cantidad de personas que están trabajando en el área también generan limitaciones al momento de aplicar dinero a los proyectos de ciencia: “de todas nuestras instituciones superiores universitarias y dedicadas a ciencia y técnica, las distribuciones del presupuesto se van casi todo en salario. Seguimos inflacionando el área de recursos humanos, pero después no podemos trabajar”.
Para Otegui se trata de un tema central en este análisis que no se aborda como tal: “debemos repensar esa situación porque no sirve de nada hacer ingresar a alguien a carrera cuando después no tengo dinero para que trabaje. Es la pregunta de fondo”.
Lejos de compartir la idea de las tomas y el reclamo de más ingresos, pidió que se trabaje seriamente en el destino del dinero: “la solución no es tomar nada y pretender que entren todos, no pasa por ahí. En el mundo hay mucha gente que funciona con post grado como profesional o personal de apoyo que también tiene su jerarquía. Cuando uno mira no hay ningún técnico de apoyo cada 3 o 4 investigadores y es una distorsión enorme. Entonces no necesitamos incluir becarios de carrera para los cuáles ni siquiera hay un presupuesto estimado”.