La ex senadora de la Nación habló en la 99.9 sobre la decisión de la jueza Loretta Preska en la causa YPF y destacó que “vengo advirtiendo la necesidad de un cambio en la estrategia sino el juicio se iba a perder”.
El juicio en Estados Unidos por el caso YPF ha tomado un giro particular por la decisión de la jueza Loretta Preska de hacer lugar a un pedido de la defensa argentina buscando comprobar que hay cuestiones que merecen ser investigadas dentro del caso.
La ex senadora de la Nación, María Eugenia Estenssoro habló en la 99.9 al respecto indicando que “es una oportunidad para que el gobierno argentino puedan expresar en el tribunal que no hay porque resarcir al Grupo Petersen porque no fue una compra sino un gran fraude, un ardid de Néstor Kirchner obligando a Repsol a permitir que la familia Eskenazi adquiriera un porcentaje de acciones de la empresa sin poner plata, con un préstamo de Repsol. Se sospecha además que la garantía eran los famosos fondos de Santa Cruz que se fugaron de la provincia cuando era gobernador Kirchner. Está toda la documentación en el juzgado de Ariel Lijo”.
Este cambio de estrategia era necesario según la periodista: “vengo advirtiendo que si no se cambiaba la estrategia, íbamos a terminar en otro juicio internacional perdido. El gobierno pensó que convencería a la juez sobre un juicio sustanciado en Argentina”.
Para dejar en claro la estrategia que se utilizó en el vaciamiento, Estenssoro explicó que “el arreglo de los Eskenazi y Petersen con Repsol fue un vaciamiento porque fueron retirando 4 mil millones de dólares en sólo 3 o 4 años que era el arreglo, se retiraban ganancias por encima de lo que tenía la empresa. Era un 120% y por eso la empresa colapsó en la producción de gas y petróleo. Espero que la jueza acepte investigar como fue esa maniobra de adquisición”.
Una de las principales consignas en aquél momento, era “argentinizar” la empresa petrolera y eso también era parte de la trama: “es tal la locura de esta maniobra que Néstor Kirchner presionó para que “argentinizaran” YPF, necesitaban un socio argentino que comprara 25%. Crearon dos empresas fantasma en España que no tenían capital ni historia en petróleo donde se transfería el retiro de ganancias que hacían. Se “argentinizó” con una empresa española, agregandole otra arista al fraude”, finalizó.