La Dra. en Filosofía e investigadora del CONICET, María José Binetti, denunció que la legislación vigente sobre identidad de género contradice principios constitucionales y derechos humanos fundamentales. “Nos perjudicamos todos con esta ideología”, afirmó.

La Dra. en Filosofía e investigadora del CONICET, María José Binetti, aseguró en la 99.9 que la ley de identidad de género vigente en la Argentina es inconstitucional: “el sexo legal, el sexo jurídico, se determina por las diferencias biológicas entre varones y mujeres. Si decretás que las diferencias de sexo se determinan por autopercepciones, estás redefiniendo una categoría constitucional. Además, el sexo está regulado por el derecho internacional de los derechos humanos. No podés legislar para que signifique otra cosa”.
Durante la entrevista, también denunció la implantación ideológica detrás de estas normas: “Esto nace en la academia norteamericana, con una mezcla de filosofía posmoderna francesa, y baja a través de organismos internacionales como la ONU, que financian programas ideologizados. Detrás de toda esta implantación ideológica está la legalización de la prostitución y la subrogación. Hay una mega financiación internacional que baja esta agenda a través de organismos menores de derechos humanos y de mujeres”.
Para Binetti, el caso argentino es paradigmático: “Acá lo metieron en la norma a través de unos principios que en realidad son un panfleto. Falsificaron la norma para hacer pasar que la Argentina tenía un compromiso con la identidad de género. Y eso es mentira. No existe en ningún tratado internacional. Lo único protegido es el sexo”.
La investigadora también relató las consecuencias que ha sufrido por expresar sus ideas: “Estoy en juicio contra la Universidad de Buenos Aires. Me trataron de transfóbica, biologicista, me censuraron, cancelaron mi carrera académica. En CONICET tengo un recurso de alzada y evalúo iniciar también un juicio. Hasta diciembre de 2023 no tenías prensa, nadie te publicaba un artículo. Yo pedí seminarios en la UBA y me los negaron. Por eso estoy en juicio por censura”.
Además, cuestionó la existencia del Ministerio de la Mujer tal como funcionó: “No fue un ministerio de las mujeres, fue un ministerio mixto de todos los géneros identitarios. Ahí estaban las lesbianas que no eran mujeres, los gays que no eran varones, los trans. Hacían pasar a las mujeres como un género más. Implantaron ideología de identidad de género desde el Estado”.
Sobre el feminismo contemporáneo, expresó su decepción: “Terminó en un victimismo sin nada para celebrar ni para victimizarse. Dejemos de desigualar a las mujeres poniéndolas siempre abajo. Y te lo digo yo, que me he considerado feminista”.
Por último, advirtió que la ideología de identidad de género perjudica a todos los colectivos: “Borra a las mujeres, borra a los gays, porque los confunde. No respeta la diferencia sexual ni la orientación sexual. Las personas trans identificadas también se ven dañadas porque no se les permite visibilizarse como tales, sino que se las transforma legalmente en hombres o mujeres. Esto viola derechos humanos fundamentales de todos. Hay que dejar de repetir que es una ampliación de derechos, porque no lo es”.