La artista habló en la 99.9 sobre su experiencia trabajando en Mendoza en obras que hablaban sobre leyendas de la zona y que la llevó a investigar a los aborígenes nativos. Cuando volvió años después para una segunda obra, tenía que pedirle permiso a los mapuches que antes no estaban.
Después de que el INAI decidiera entregar tierras en Mendoza a comunidades pseudo mapuchistas, se generó una fuerte controversia porque no son aborígenes de la zona y, por el contrario, a medida que se indaga en la historia, se encuentra con que los mapuches fueron los que desplazaron del lugar a los nativos.
La artista María Roy trabajó en tierras mendocinas y le tocó vivir una experiencia reveladora años atrás sobre este tema que contó en la 99.9: “la experiencia que compartí sucedió allí. Hice una obra basada en una leyenda de la zona y comenzamos la investigación en 2009. Cuando fui al Museo a trabajar con el antropólogo de ese momento, nunca habló de mapuches en esa zona, sino de los Huarpes, Puelches y Pehuenches. Después cuando hicimos la obra había comentarios enojados diciendo que no eran Huarpes sino Mapuches, era algo raro porque eran agresivos”.
Eso ya despertó sospechas en María, pero luego fue a escribir una nueva obra y la situación unos año después era distinta: “nos pareció que había otra cosa detrás, no era algo natural. Después me tocó hacer una obra en 2013 donde me quedé a dormir en unos paradores para la investigación y lo que fue rarísimo fue que fui otra vez y me dijeron que para escribir esta obra, tenía que ir a hablar con los mapuches. El líder estaba en ese momento en Buenos Aires reunido con Máximo Kirchner. Cuando fui me trataron horrible, el líder tenía una novia francesa que me trataba como si fuera una invasora. La mujer que me hospedó cuando fui a su puesto y que había sido divina, le daba vergüenza tratarme bien, había como una dominación. Las tierras que ahora les adjudicaron son estas mismas donde yo estuve. La que me dijo que tenía que hablar con ellos era una mujer de Cultura de la Municipalidad de ahí, había mucho temor”.
Ahí pudo vivir en carne propia como con la violencia, los mapuchistas se habían impuesto en el lugar, dejando sin respuesta a los estamentos gubernamentales también que tenían ordenes de responderles a ellos: “me molestó que muchas cosas buenas y nobles de nuestro país, han sido coptadas por gente y lo único que generan es una nueva aristocracia entre sus familiares. A esta gente la van a usar para quedarse con las tierras. La gente de la municipalidad estaba angustiada con esto, parecía que había un orden desde algún lugar que había que escucharlos a ellos”.
Lo cierto es que sus experiencias previas a esta presencia mapuche que no tiene nada de ancestral, demuestra que no les corresponde lo que el INAI les está otorgando: “yo fui con un proyecto artístico, es increíble que no me dejen contar una historia sobre la zona. Para mí fue muy molesto porque había estudiado el tema y sabía que era todo una farsa esa”.