La especialista en educación, docente y asistente social habló en la 99.9 sobre la necesidad de poner la mirada en la calidad de los días que reciben los alumnos de educación.
Los múltiples problemas que tiene la educación argentina necesitan ser abordados cuanto antes. Uno de los ejes centrales es la calidad de las horas de clase que tienen los alumnos y que no parece ser un tema importante en este momento. Por el contrario, se habla mucho de la cantidad de días que concurren pero no de la calidad de los mismos.
La especialista en educación, docente y asistente social María Virginia Calvo, habló en la 99.9 sobre esta inquietud que plantea: “el sistema educativo tiende a informar en números y no cuestionarse la calidad. Todo es un número, cuando la educación debería movernos a hablar de otras cuestiones. Parece que si se cumple con determinados días está todo bien, o si se cumplen más días, porque hay jurisdicciones que van por más, cuanto más cantidad de días de clase va a ser mejor la propuesta, cuando todos sabemos que por ahí al 30 de noviembre generalmente están los boletines cerrados, están todas las evaluaciones hechas, y esos días los chicos hasta tienen permiso para no ir a la escuela. Hay un doble mensaje que está dando la misma escuela. Hay que poner en debate donde tenemos que poner la mirada”.
También se refirió a otro tema central que en la provincia de Buenos Aires tiene más impacto que es la idea de eliminar la repitencia: “las repitencias es otro tema interesante. Veo que no hay un rumbo, no hay un enfoque, no hay un modelo, porque no hay una filosofía del gobierno. He hablado con distintas provincias y todas tienen el mismo planteo. La autoridad se basa en una falta de enfoque, de que queremos lograr. Acá lo que hace falta es educación, la importancia de la educación. Debemos pensar si estamos creciendo en la educación como transformadora de la realidad y a mí me parece que no”.
No es casualidad todo lo que ha sucedido en los últimos años, sino que por el contrario es una causalidad, según lo expresado por Calvo: “creo que estamos en un proceso de destrucción de la educación, hay una intencionalidad, o en algunos casos podemos ser más benévolos y digamos que hay ignorancia, en el mejor de los casos”.
Por último, entre los planteos de cambio de eje de debate, la especialista indicó que el marco de contención que tiene que dar la escuela no está presente y resulta un ambiente nocivo para el alumno: “a pesar de que no hay estadísticas, los psicólogos indican que la gran mayoría de los casos atendidos señalan traumas o conflictos que son originados por eventos sucedidos en la escuela. Estamos trabajando con el diario del lunes y la escuela sigue sin hacer nada por el cuidado de la salud mental. Nos pasamos hablando de otra cosa. No hablamos de los recreos, no hablamos de dónde poner la mirada, estamos hablando solamente de matemática y prácticas del lenguaje. Desde la sala de tres le estamos dando prioridad a las matemáticas y a las prácticas del lenguaje y no al desarrollo de habilidades lingüísticas que es lo que deberíamos hacer. Estimular las habilidades lingüísticas es llenar de palabras en cantidad y en calidad a la escuela”.