La Dra. Mariana Wallace es la jueza que le devolvió a una mujer el derecho a rezar en el mismo espacio que ocupan los hombres en la mezquita y explicó como se dio el caso.
El fallo que se dio a conocer recientemente, ya tiene unos meses y ha tomado mucho más valor en medio de la guerra que se está desatando en la Franja de Gaza. La jueza Mariana Wallace a través de un fallo le devolvió a una mujer el derecho a rezar en el mismo espacio que ocupan los hombres en la mezquita.
La propia letrada en diálogo con la 99.9 explicó como se desarrolló la causa: “el reconocimiento de este derecho lo hace un sheik de esta religión. Permite que la mujer realice la práctica ritual sin una barrera física entre varones y mujeres. A su vez, permite que comparta los espacios físicos luego del rezo en donde en general hay una conversación social y una ingesta de alimentos. Este es el origen del ejercicio del derecho”. El problema surgió cuando la escena cambió: “cuando ingresa un nuevo sheik, vuelven las prácticas que habían sido superadas: no permite que la mujer rece sino detrás de una biblioteca y no permite a la mujer compartir los espacios que compartía después del rezo. La pareja de la señora realizó una denuncia de violencia de género de naturaleza institucional”.
A partir de ahí, como parte del fuero especializado, empezó a escuchar a los protagonistas de esta situación: “en Córdoba tenemos fuero especializado de género. A su vez, la defensa de las mujeres víctimas de violencia de género o familiar, tienen patrocinio jurídico gratuito. La abogada que provee el estado, acompañó a la mujer durante la sustanciación de la denuncia. En ese contexto, cuando se cita a los denunciados que son varios miembros de la comunidad, se focaliza en el sheik porque con el antiguo sheik no habían tenido estas actitudes. Estos miembros, se adhieren a la postulación del nuevo sheik. Son 5 denunciados”.
A lo largo de sus declaraciones hubo coincidencias entre la denunciante y el denunciado: “el sheik alega el derecho a profesar libremente el culto y la libertad de conciencia que está en la Constitución y la señora alega otros derechos que también están en la Constitución. La mujer no objeta lo que es texto, coinciden en dos aspectos determinantes. Primero que la señora rezaba sin la biblioteca y compartía espacios comunes con los varones y en segundo lugar que rezar con una barrera física no deriva del texto sacro”.
A partir de todo esto, es que se ampara en la ley argentina para su fallo que tiene que ver específicamente con el derecho que se le había negado, pero que nada tiene que ver con los cultos religiosos: “Argentina, ratificando acuerdos internacionales, no permite que la tradición o la religión en sus prácticas vayan en desmedro de los derechos de las partes. En segundo lugar tenemos en Argentina el ejercicio progresivo de los derechos para ir ampliando esos derechos, pero aquí hubo una regresión en el ejercicio de los derechos. Cuando preguntamos porque era necesario volver atrás, los argumentos no son lo suficientemente sólidos para implementar la regresión en el ejercicio de derechos que le había reconocido el anterior sheik”.
Una vez que dio a conocer su fallo, no hubo ningún tipo de objeción por lo que ha quedado firme: “esta resolución es de julio de este año y quedó firme en agosto. El contexto geopolítico internacional ha dado un significado distinto a la tolerancia que hago en el fallo. Ni el sheik ni los denunciados objetaron la resolución porque los argumentos son muy sólidos”, finalizó Wallace.