Mariano Bronenberg: “Me gustaría que el efecto se mantuviera en el tiempo”

Mariano Bronenberg es un relacionista público que le envió por Twitter un mensaje a la gobernadora María Eugenia Vidal y se transformó en una verdadera revolución proponiendo el voluntariado para asegurar el primer día de clases de los niños: “el niño tiene derecho a su primer día de clases porque el adulto tiene la obligación de brindarselo”. También habló sobre el inesperado furor de sus palabras y explicó que “la gente está harta de ciertas cosas”.

Mariano Bronenberg generó una movida que no imaginó. Publicó en Twitter una breve frase donde, ante el paro docente propuesto en la provincia de Buenos Aires, le ofrecía a la gobernadora María Eugenia Vidal sus servicios para asegurar el primer día de clases: “Señora Vidal no soy maestro pero ejercí la docencia universitaria, seré voluntario no rentado para empezar las clases en fecha”. Esas simples palabras lo llevaron a generar una revolución.
Es que esta idea está instalada en muchos argentinos que están cansados de los constantes paros y creen que también es justa para la educación de los niños tener un inicio de ciclo lectivo sin inconvenientes.
En la 99.9, Bronenberg brindó su parecer luego de la explosión que generó su opinión en redes sociales: “sostengo la defensa del derecho de huelga y del derecho al trabajo. También del derecho a la educación y hay un derecho más que tienen los chicos al primer día de clases. Los trabajadores de la educación, como se autodenominan, merecen un salario digno”, aclaró primeramente.
Si bien las connotaciones políticas fueron instantáneas, el relacionista público y consultor en estrategias de marketing aclaró que “mi tweet se convirtió en campaña, pero yo no trabajo para nadie. Está dirigido a la gobernadora porque vivo en esta provincia y es el lugar donde se planteó el paro primeramente. El niño tiene derecho a su primer día de clases porque el adulto tiene la obligación de brindarselo”.

Para que no se malinterpreten sus palabras, indicó que ser voluntario para la gobernadora tiene que ver con articular formas para que el primer día de clase se respete, pero no tiene que ver con ponerse al frente de una clase. “140 caracteres son muy pocos para decir todo lo que uno quiere decir. Aclaro que no estoy maestro porque no estoy habilitado para dar clases. Ofrecí colaborar con lo que pueda en el primer día escolar de los niños. Hace más de 50 años que doy clases pero un niño no es lo mismo que un adolescente, sería ilegal que de clases”, agregó después.
Tiene claro que este tema pasará rápidamente del centro de la escena y se perderá demasiado rápido, pero ha evidenciado con su interacción en las redes sociales, que hay una realidad insoslayable en los argentinos: “la fugacidad de las redes sociales hace que en pocas horas el tema esté olvidado y sería lamentable. Me gustaría que ahora, este efecto que se generó se sostuviera en el tiempo. La gente está harta de algunas cosas”, concluyó.