La legisladora porteña habló a través de la 99.9 sobre el proyecto que presentó para denunciar de forma anónima los adoctrinamientos en las aulas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
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El adoctrinamiento en los institutos de formación es un tema que no está dentro de la agenda política a nivel nacional, pero en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la legisladora de Republicanos Unidos, Marina Kienast está trabajandolo a punto tal de haber presentado un proyecto para denunciar de forma anónima los adoctrinamientos en las aulas.
A través de la 99.9, dio detalles de la idea que quiere desarrollar: «los Institutos de Formación no los tienen en el radar y es donde se siembran estas semillas de adoctrinamiento. Es el lugar donde podemos hacer el cambio en la educación, hay que mirar allí e invertir los recursos en ese lugar. Está todo vinculado con la cuestión política y sindical, es una batalla que tenemos que librar desde muchos lados. Los cambios se ven, mínimamente en el mediano plazo y por eso debemos comenzar ya».
A pesar de su intención, se ha encontrado con poco apoyo de sus colegas en esta idea: «soy relativamente nueva en política y tenemos la energía de cambio ya. Lo primero que hicimos luego de la campaña fue hacer un proyecto, tuvimos un ida y vuelta del Ministerio y hay diferentes visiones de como encarar el adoctrinamiento. El Estatuto dispone la prohibición de adoctrinar o imponer ideologías, por ese lado se podría hacer una acción sumarial, pero los sindicatos están en las juntas de disciplina».
El objetivo que persiguen está vinculado a las familias que no tienen hoy, una manera de defenderse ante docentes que pueden incurrir en prácticas de adoctrinamiento dentro del aula: «lo que queremos es darle una herramienta a los alumnos o los padres porque se sienten intimidados y no se animan a denunciar lo que pasa. Estoy esperando convencer de que es la mejor manera de encarar el tema para abrirle el juego al ciudadano o al padre para que no se sientan amedrentado».
El proyecto presentado, también está vinculado a otras circunstancias que se dan en el contexto educativo y que, para Kienast, resulta importante abordar: «abarca otras situaciones como la evaluación de los docentes por parte de los directivos que se ven presionados por las fuerzas sindicales, además de abusos de poder y maltrato de los docentes hacia los chicos. Esto deja de ser una cuestión ideológica, acá estamos hablando de niños».