El marplatense que diseñó el traje especial para naufragios, habló en la 99.9 sobre las vidas que se podrían salvar, pero también destacó que hay gente que quiere montar un negocio alrededor de este tema: “el traje fue probado en todo el mundo y acá nunca le interesó a nadie, hasta que se hundieron los barcos”.
El traje Pilmic en su momento causó una fuerte repercusión por su capacidad para transformarse en una balsa en medio del mar con características que permitían la supervivencia de un náufrago. Hoy con la desaparición del Repunte en primera instancia y luego del Rigel, se vuelve a hablar de la obligatoriedad en el uso de este tipo de tecnologías.
El creador de este elemento, Mario Vignola habló en la 99.9 indicando el proceso que se ha generado en los últimos años con un traje probado en todo el mundo, pero que no se ha considerado en nuestro país. “Hace 20 años que trabajamos con la idea de traer a la persona que está pescando, salvarle la vida. Hay otros que tienen otros intereses y ahora se va a ver más claramente. Si se produce más, la baja del precio será mucho más interesante”; remarcó sobre las posibilidades que se abren.
Sin embargo, se quejó de la falta de conocimiento incluso de la existencia de un traje con estas características por los propios protagonistas de la pesca: “es muy importante que todos los que van al mar sepan que la tecnología ha pasado de la carreta al auto y si conocemos esa tecnología que aprobó el INTI y las prefecturas más importantes del mundo, podremos traer más personas del mar. Es una balsa de formato humano, e incluso se lleva bien con las balsas, se pueden compatibilizar, no digo que no se utilicen más balsas. Incluso si se cae al agua, se puede enganchar de la balsa sin necesidad de subir”, ejemplificó.
Las pruebas fueron de distintas exigencias porque se ha hecho en temperaturas heladas y ante condiciones muy negativas luego de las experiencias que fue recogiendo en todo el mundo: “la prueba que se hace en una calificadora, en un charco de agua plano, no es lo mismo que una ola enorme. Europa indicó que lo primero que querían ver era que no quedaran de cabeza o en una posición donde la ola lo tape y me instruyeron. Todo esto no le interesó a la gente de nuestra ciudad porque no se habían hundido los barcos”; dijo Vignola.
Sabe que se tratará de hacer un negocio con estos trajes, algo de lo que se mostró alejado, pero quiere que se pueda salvar vidas por las implicancias que puede tener: “aquellos que ahora quieran hacer un negocio, es probable que lo aprovechen. Es una cuestión de valores, nosotros no queremos hacer negocios, siempre quisimos salvar la vida de los marplatenses, de los argentinos. Me interesa que el país pueda importar divisas a través de la pesca también trayendo la vida de los trabajadores a tierra nuevamente”.
En el camino internacional que realizó con este traje, sufrió muchos “atentados” como los definió. Por eso se lamentó de que no fuera algo más utilizado en la actualidad: “aquí hay mucho dinero en juego y hay gente que con cierta exclusividad pudo comercializar estas cosas”, finalizó.