Multitudinaria, blindada y muy reivindicativa. La decimoquinta edición de la Marcha del Orgullo Gay de Jerusalén será recordada como la más concurrida en la historia de esta ciudad tan especial.
Si hace un mes 250.000 israelíes llenaron de color y música la capital gay llamada Tel Aviv, este jueves más de 25.000 participantes han recorrido las calles de la Ciudad Santa en un acto menos festivo y más militante. Para la comunidad LGTB, más necesario.Una marcha que ha tenido muchas pancartas, colores, canciones y dos grandes motivos.
Por un lado, un emotivo recuerdo a Shira Banki, la adolescente judía de 16 años asesinada en la Marcha del Orgullo Gay del año pasado por otro judío, el extremista Yishai Shlissel. Tras haber sido condenado a cadena perpetua, el asesino sigue obsesionado en su odio ya que desde su celda -según revela la Policía- intentó alentar a su hermano Mijael para que protestara violentamente.
Éste, que fue detenido, lo niega y reitera su condena del apuñalamiento de Banki.
Por otro, una manifestación de gays y heterosexuales, de laicos y religiosos contra la intolerancia homófoba expresada recientemente por varios rabinos.Más de 2.000 agentes blindaron el evento en un espectacular dispositivo que incluyó detenciones preventivas de algunos radicales que habían amenazado con boicotear lo que llamaron “desfile de bestias”. 30 miembros del grupo extremista Lehava fueron arrestados al intentar provocar desórdenes. “Jerusalén no es Sodoma y Gomorra”, se leía en una de sus pancartas.
Apoyo de Netanyahu a los homosexualesNumerosos políticos y personalidades de Israel han participado en el colorido recorrido por algunas calles de Jerusalén. “La Marcha del Orgullo Gay tiene un principio: todos los seres humanos somos iguales. Las hermanas y hermanos del comunidad LGTB son parte inseparable de nosotros de la sociedad de Israel” afirmó el jefe de Gobierno, Benjamín Netanyahu en un vídeo difundido en su cuenta de Facebook.
“No es una Marcha sólo de la comunidad LGTB sino de todos nosotros. Es una marcha de unidad en recuerdo a Shira. Acordémonos de ella con amor y añoranza y no dejemos que otros nos separen desde el interior”, ha concluido.Desde que acudiera el año pasado para apoyar a sus amigos gays y fuera asesinada, el angelical rostro de Shira es un símbolo contra la intolerancia. “Ha pasado un año sin Shira, un año lleno de dolor personal enorme y conmoción colectiva. No debemos ser vencidos por el odio e intolerancia”, ha señalado su padre Uri como colofón del evento en un parque de Jerusalén. “Pervertidos”, según un rabino.
La exitosa convocatoria de la comunidad LGTB es también una respuesta al rabino Yigal Levinstein que recientemente definió a los homosexuales como “pervertidos” y criticó al ejército por dar cabida a esta comunidad.Quizá por ello, la Marcha del Orgullo Gay 2016 ha contado con una notable presencia de judíos religiosos (gays y heterosexuales).También muchas familias llegadas de todo el país. Incluso una pareja -Yojai y Yotam- realizó una boda en el césped. “Entiendo que siguiendo estrictamente la Tora critiquen la homosexualidad pero la pregunta es cómo hacerlo. Pueden decir que es un tema complejo y ofrecer diálogo en lugar de insultarnos y llamarnos pervertidos y enfermos”, lamenta Zehorit Shoret, una religiosa lesbiana en Jerusalén.
Y confirma con orgullo: “Cada vez más religiosos judíos salen del armario”. Alrededor de 300 rabinos identificados con la corriente más nacionalista y ultraortodoxa firmaron una carta de apoyo a Levinstein al que consideran víctima de los ataques de políticos y periodistas. “No hay lugar para legitimar un comportamiento que atentan contra la moral humana y el camino de la Torá”, denuncian en un mensaje a la comunidad LGTB.
“Rechazo completamente llamarles pervertidos pero tampoco veo la necesidad de una manifestación pública (desfile) en la Ciudad Santa”, ha declarado a la emisora militar el rabino de Jerusalén, Aryeh Stern que condenó el asesinato de Banki.
Condena a las declaraciones homófobas. Según un sondeo difundido este jueves, el 71% de los israelíes se opone a las palabras homófobas de Levinstein. La condena ha sido generalizada en la izquierda y derecha. El líder del partido sionista religioso, Naftali Bennett, criticó las palabras de Levinstein y otros rabinos.
“Es inaceptable insultar a todo un sector y esconderse detrás de la Halaja (Ley religiosa judía). No es el camino del sionismo religioso”, señaló. Y añadió: “Como ministro de Educación, soy responsable de todos los alumnos, sean judíos o árabes, o tengan la orientación sexual que tengan”.Las palabras de Levinstein se interpretan como reacción a varios fenómenos.
Por un lado, la influencia y presencia cada vez mayores de la comunidad LGTB en Israel. Por otro, la apertura que manifiestan las nuevas generaciones del sionismo religioso. Muchos de ellos no sólo aceptan a los homosexuales y rechazan que sean insultados sino que algunos no temen en salir del armario.Y seguir llevando una kipa o acudir a los rezos diarios en la sinagoga.
“En el sionismo religioso, frente a la corriente ortodoxa nacionalista que no supone más del 10%, hay un sector cada vez grande con posturas liberales que no tiene ningún problema con la comunidad LGTB”, dice a EL MUNDO el investigador del Instituto de Democracia Israelí, Yair Sheleg, tras participar en la Marcha en Jerusalén.
Tras colocar flores en el lugar donde Shira fue asesinada, el alcalde de Jerusalén, Nir Barkat, justificó su decisión de no participar en la Marcha. “La comunidad LGTB sigue y seguirá teniendo todo el apoyo del Ayuntamiento. Apoyo su derecho a realizar el desfile pero no participaré porque soy el alcalde de todos los ciudadanos de Jerusalén y esta marcha hiere la sensibilidad d de una parte de la población”, señaló Barkat mientras uno de los concejales Meir Tujerman asegura que intentará evitar su celebración en el 2017: “Jerusalén es una ciudad santa para las tres religiones monoteístas y ninguna de ellas quiere este desfile”.
Una ciudad santa tomada durante varias horas por la bandera del arcoiris.