Entre enero y mayo, ambas empresas recibieron $21.562,9 millones para comprar GNL y combustibles líquidos. La caída en la producción nacional de gas agrava la necesidad de fondos.
Los subsidios económicos destinados a la importación de combustibles casi se duplicaron en los primeros cinco meses del año. Los fondos públicos destinados a la Compañía Administradora del Mercado Eléctrico Mayorista (Cammesa) y a la petrolera estatal Enarsa alcanzaron los $ 21.562,90 millones en el acumulado de enero a mayo, un 90% más que el mismo período del 2012.
Cammesa y Enarsa se encargan de la importación de combustibles líquidos y gas natural licuado, respectivamente, por mandato de la Administración Central y para cubrir la brecha del déficit energético; las licitaciones de los despachos las organiza YPF. El gas se destina principalmente a centrales termoeléctricas.
El incremento de los subsidios para el rubro se explica básicamente por el congelamiento de tarifas, el crecimiento de la demanda energética y los costos en dólares que posee el combustible comprado. No obstante, vale recordar que el aumento de los costos operativos de las distribuidoras de electricidad fue superior al de sus ingresos, lo que generó una deuda creciente con Cammesa.
Actualmente, las generadoras eléctricas trabajan “a razón”: el Gobierno les otorga el combustible, les paga los costos fijos, los variables y una remuneración adicional. La Secretaría de Energía consolidó este sistema a través de la resolución 95/2013 del 26 de marzo pasado.
Importación y producción
La importación de gas creció 25% (en cantidad) entre enero y mayo de 2013, en comparación con el mismo periodo del año pasado. Las compras de GNL al exterior fueron de 1945,8 millones de m3, mientras que las de gas boliviano alcanzaron los 2.223,1 millones de m3.
A pesar de los esfuerzos realizados por YPF, la producción global de gas está en retroceso. De acuerdo a los últimos datos publicados por Energía, entre enero y abril fue de 13.615,2 millones de m3, un 7,42% menos que hace un año atrás.
Según Francisco Mezzadri, consultor y analistas energético, “este año el Estado terminará destinando unos U$S 13.000 millones ($68.700 millones al tipo de cambio actual) a la importación de combustible, siempre y cuando no se deteriore más la producción de gas y las temperaturas no sean extremas”.