El Diplomático israelí hasta 2024 en países de la ex URSS y analista geopolítico internacional habló en la 99.9 sobre el cese el fuego entre Israel e Irán.

El conflicto entre Irán e Israel ha ingresado en un cese el fuego casi obligado que propuso Donald Trump pero que lejos está de ser una solución definitiva.
El Diplomático israelí hasta 2024 en países de la ex URSS y analista geopolítico internacional, Matty Zwaig brindó su mirada sobre la situación en la 99.9 explicando que «estamos en Medio Oriente, o sea que cualquier conflicto aquí siempre es una página abierta, no importa en qué lugar sobre la línea del tiempo estemos porque hay una mentalidad en la cual, lo vimos también en el último día de la guerra, los iraníes intentaron golpear hasta donde pudieron y hasta el último minuto y en la última hora antes de que comience el cese de fuego, tiraron contra civiles en una forma brutal, haciendo explotar por los aires un par de edificios con civiles adentro, con bebitos, mujeres, gente mayor. Y como es un misil tan poderoso que tiene entre 500 y 700 kg de explosivos en su punta, incluso habiéndole pegado a los cuartos de seguridad, tampoco pudieron aguantar y hubo varios muertos en esa última andanada, a la cual Israel trató de reaccionar, incluso unos minutos ya después del cese de fuego, disparando contra un radar y otro objetivo en Teherán. Pero ahí fue donde Trump entendió que a pesar de todo el dolor y a pesar de toda la voluntad de venganza que pueda haber de las partes, había que parar esto en forma inmediata. Y fue lo que hizo».
Ahora están en otra etapa pero sabiendo que el objetivo militar está latente aún y será concretado en algún momento: «Desde ese momento ambos países están lamiendo sus heridas. Desde el punto de vista de Israel, es indudable que el objetivo era golpear lo máximo posible en la mayor cantidad de personas involucradas, tanto desde el punto de vista militar como en el desarrollo nuclear, con los científicos, como en las fábricas de misiles exactos en los lugares de desarrollo nuclear que fueron muy, pero muy golpeados. Y en las próximas semanas se va a entender más tal vez hasta dónde se ha retrasado todos los planes del régimen genocida iraní».
Lo que ha quedado en claro en estos últimos movimientos de Israel en suelo iraní, es el alto nivel de colaboración con el que han contado para la identificación y ataque de blancos: «cuando uno dice las acciones del Mossad, no quiere decir que sean agentes israelíes encubiertos y que están haciendo todo dentro de Irán, sino que por el propio tipo de régimen que ha reprimido tan duramente a su población, tiene mucha gente que está en contra y que ha sido feliz de ayudar no solo al Mossad, sino a otras agencias extranjeras, ya sea desde el punto de vista del desarrollo misilístico, nuclear, etc. El Mossad tuvo mucho éxito en tener mucha gente dentro de tal vez cientos, tal vez miles de personas que durante los últimos 15 años estaban ayudando a que llegado el momento, pudieran hacer el máximo daño posible a este régimen que a pesar de todo no está cayendo ni hay manifestaciones masivas, pero sí hay todavía células que están intentando seguir y hacer daño en todo lo que tiene que ver con la Guardia Revolucionaria y con el desarrollo militar de Irán».
La respuesta del régimen de los Ayatollahs también es castigar a la comunidad judía en Irán apuntándolos como responsables de esa situación: «el régimen está totalmente desorientado, busca enemigos hasta en la sopa y no han solamente ahorcado a tres personas, sino de que están en proceso de matar o de enviar por muchos años a la cárcel a cientos de personas, incluyendo, y esto es algo muy, pero muy feo desde nuestro punto de vista, a docenas de personas que pertenecen que son de la comunidad judía iraní, ya que cualquier familia judía de Irán, solo por el hecho de tener un tío en Tel Aviv, o un primo en Miami o lo que sea, que se haya ido hace 15, 20 o 30 años de Irán, ya es suficiente para que los lleven a investigar hasta dónde estaban siendo parte de la conspiración contra las autoridades iraníes. Aunque no tenga nada que ver ahora».