El abogado defensor de Roberto Tagliabué, el pastor recientemente absuelto tras pasar más de tres años preso, cuestionó el accionar judicial en la causa y afirmó que el proceso “fue un daño enorme a la persona, su familia y su imagen”.

El abogado Mauricio Varela, defensor del pastor Roberto Tagliabué, celebró la absolución de su cliente dictada por el Tribunal Oral Federal, pero advirtió sobre el profundo daño ocasionado por una investigación que mantuvo a una persona inocente privada de su libertad durante tres años y tres meses. En diálogo con la 99.9, Varela sostuvo que “se hizo justicia, pero se generó un grave daño porque esta justicia llegó tarde”.
El letrado explicó que durante todo el proceso se sostuvo una acusación sin sustento: “Fue un largo proceso. Ayer Roberto estaba muy emocionado, pero con ese sabor amargo de haber vivido algo que no debía haber pasado. La fiscalía pidió 14 años de prisión, repitiendo un discurso dogmático que no se condice con la realidad de los hechos”.
Varela recordó que incluso el fiscal de juicio, el doctor Juan Manuel Petiggiani, había manifestado internamente su disconformidad con la acusación, pero el Procurador General decidió que continuara la investigación a cargo de la fiscal Laura Mazzaferri. “En otras causas similares, el doctor Petiggiani retiró la acusación por sensatez. En este caso, nos obligaron a llegar al debate”, señaló.
El abogado consideró que la actuación judicial tuvo consecuencias devastadoras: “El daño que se genera es enorme. Roberto descree de la justicia, fue preso injustamente y su familia sufrió muchísimo. Además, se atacó a una persona que hacía acción social donde el Estado no llegaba. Con estas falsas acusaciones, se criminaliza la ayuda y se desalienta el compromiso social”.
Comparó el caso con el de «Teto» Medina en Buenos Aires, también vinculado a una investigación por supuesta trata: “Era muy similar, pero allí la justicia reaccionó rápido y liberó a los involucrados al advertir que no había delito. Pensar que Roberto era un tratante era una locura: una persona de pocos recursos, sin interés económico, lejos de cualquier figura de explotación”.
Varela cuestionó además la situación de los bienes del pastor: “Si bien no hubo decomiso, los bienes quedaron en poder del Estado y hoy están usurpados. Roberto salió en libertad, pero no tiene casa a la que volver”.
Finalmente, el defensor sostuvo que este tipo de casos no pueden repetirse: “Esto no puede ser, es una locura. Hay herramientas para avanzar, y si la gente está de acuerdo, hay que ir para adelante. No puede seguir habiendo tanto daño sin consecuencias”.
Tagliabué fue absuelto luego de un extenso proceso en el que se lo había acusado de trata de personas con fines de explotación laboral. La sentencia deja en evidencia —como señaló Varela— la necesidad de revisar el accionar judicial en causas donde se pone en juego la libertad y la dignidad de personas dedicadas a la ayuda social.