El abogado Ricardo Monner Sans habló esta mañana en la 99.9 sobre una nueva presentación que realizó en torno a la denuncia de espionaje contra políticos y periodistas. “El domingo pasado, la situación demostraba que nadie había puesto en marcha la investigación”, destacó.
La denuncia por la utilización de las herramientas de espionaje para espiar a políticos y periodistas, sigue su curso a pesar de la inacción judicial. Ricardo Monner Sans, el abogado que presentó inicialmente la denuncia, habló esta mañana en la 99.9 y destacó que en las últimas semanas “hubo tiempo para desmontes. Pero cuando el domingo pasado la situación demostraba que nadie había puesto en marcha la investigación, aun con la cuota de pesimismo que podía tener en cuanto al tiempo para desmantelar eventuales lugares donde se puedan cometer delitos, me pareció que era una responsabilidad ciudadana poner en marcha la investigación”.
Para ello, empezó a trabajar en una nueva presentación, teniendo en cuenta la designación de César Milani como jefe de las Fuerzas Armadas: “que estuviera al frente del Ejército una persona de Inteligencia, que es un arma que normalmente no está al frente, es un dato más. Al día siguiente, le dan una cantidad muy grande de dinero, que me hace sospechar sobre la esperanza del Gobierno en Milani para que, en una situación de tensión, haga jugar al Ejército en la doctrina nacional y popular”.
Pensando a futuro, después de su presentación, el letrado es optimista respecto de lo que pueda suceder: “el lunes hice la presentación, e insistí ante el fiscal del caso. En la información de hoy, se indica que no se encontraron los datos materiales. Lo que puedan decir Santoro y Morales, que son los que están citados para declarar, podría servir para avanzar. Si no avanza, no hay que dejar de hacerlo, para demostrar que debemos meternos en estos asuntos cuando sabemos algo”.
Ahora, la Justicia tendrá que hacer su parte. Pero Monner Sans pidió que el Ejército no tome parte en la política: “el Ejército no tiene que violar las normas, sino que tiene que dar la sensación de una absoluta neutralidad respecto del propio poder político, si no estamos muy mal parados. Poner en marcha estas acciones, aun con una cuota de pesimismo, significa que algunos sectores civiles seguimos atentos a la esperanza de una Argentina mejor”.