Especialistas de la Organización Mundial de la Salud refutaron un estudio científico publicado en Science. “Se contradice una extensa evidencia epidemilógica”, aseveran.
La mayoría de los casos de cáncer tiene un origen externo identificable y prevenible, por lo que no se deberían a la “mala suerte” como aseguró una investigación publicada en la revista Science, afirmó la Organización Mundial de la Salud (OMS) y coincidieron especialistas argentinos.
“Concluir que la mala suerte es la principal causa de cáncer podría confundir y quitar valor a los esfuerzos por identificar las causas de la enfermedad y por prevenirla eficientemente”, advirtió Christopher Wild, director de la agencia de la OMS dedicada al estudio de cáncer.
De esta manera, el organismo respondió al artículo científico publicado este mes en la revista Science y que tuvo gran repercusión, cuyas conclusiones aseveran que los factores ambientales y el estilo de vida causan menos de un tercio de las variedades de cáncer.
Los expertos de la OMS subrayaron que la investigación presenta numerosas limitaciones de metodología, además de que contradice la extensa evidencia epidemiológica existente que demuestra la relación entre los elementos ambientales y hábitos de vida y los tipos más comunes de cáncer.
“Si bien existe un elemento de suerte para que un individuo desarrolle cierto tipo de cáncer, éste es mínimo comparado con los riesgos externos que pueden favorecer la aparición de la enfermedad”, sostuvo Wild.
Consultado acerca de la publicación —que asevera que las mutaciones aleatorias de las células son las principales causales del cáncer en vez de los factores hereditarios o externos—, el oncólogo argentino Mario Bruno aseveró que con sus 42 años de trabajo “la experiencia indica todo lo contrario”.
“Existen 200 variedades de cáncer, pero los más comunes son el de mama y cuello uterino en la mujer, y el de pulmón y próstata en el hombre. En ambos, el de colon ocupa el tercer lugar. Estos cinco tipos son el 70 por ciento de los casos”, afirmó el especialista.
Al hacer un análisis sobre estas cinco variantes, Bruno, que es titular de la cátedra de Oncología de la Asociación Médica Argentina, detalló que “el cuello de útero en un 99,9 por ciento de los casos se produce por el virus del papiloma humano (HPV), es decir, por un agente externo que se puede prevenir si se practica sexo seguro (con preservativo) o se aplica la vacuna”.
En referencia al cáncer de pulmón, el médico oncólogo recordó que “el tabaco es la principal causa”. “El que fumó toda su vida y no le pasó nada es la excepción, lo más probable es que si uno fuma 20 cigarrillos por día desarrolle alguna patología como Epoc, accidente cerebrovascular, o el cáncer de pulmón”, sostuvo.
“El cáncer de colón que es el tercer tipo más común en hombres y mujeres se vincula directamente con la alimentación. La comida con conservantes está hecha con nitritos y nitratos, ambas sustancias cancerígenas. No es casual que en esta época sea un cáncer tan frecuente”, describió.
Y añadió: “En este contexto la ingesta de verduras es protectora, no por una cuestión química sino física: las verduras aumentan las deposiciones y esto hace que las sustancias cancerígenas estén menos tiempo en el organismo”.
En relación al cáncer de mama, Bruno admitió que “es muy difícil prevenir porque tiene una relación directa con la producción de estrógenos”.
“Sabemos que durante el embarazo y la lactancia la producción de estrógenos se interrumpe, por eso decimos que amamantar es una forma de prevención, y por eso es una enfermedad que afecta más a las mujeres de clases medias y altas que, en general, son las que menos hijos tienen”, sostuvo.
El especialista explicó que “lo mismo sucede con el cáncer de próstata, donde cumple un rol central la tetosterona y es difícil hacer prevención, entonces aquí a lo que apuntamos es a la detección temprana”.
En este mismo sentido, la Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer emitió un comunicado cuando se conmemoró el día mundial de lucha contra esta enfermedad en el que atacaba el mito de que “nada se puede hacer contra el cáncer”, un concepto análogo al de la “mala suerte”.
“Las condiciones y los hábitos de las personas en su vida personal y en el trabajo repercuten en su salud y en su calidad de vida”, indicaron.
“El consumo de tabaco, el factor de riesgo más común, está vinculado al 71 por ciento de todas las muertes ocasionadas por cáncer de pulmón y representa al menos un 22 por ciento del total de las muertes por cáncer”, explicaba el documento.
Y continuaba: “El alcohol es un factor de riesgo que está estrechamente relacionado con el aumento del riesgo de cáncer de boca, faringe, laringe, esófago, colon y mama; también puede aumentar el riesgo del cáncer de hígado y de colon en la mujer”.
“El sobrepeso y la obesidad también están relacionados con el aumento del riesgo de cáncer de colon, mama, útero, páncreas, esófago, riñón y vesícula biliar”, describía.
El estudio publicado en la revista Science fue llevado adelante por un grupo de especialistas del Centro Oncológico Kimmel de la Universidad estadounidense Johns Hopkins, dirigidos por Bert Vogelstein y Cristian Tomasetti.
Luego de analizar 31 tipos de cáncer, los investigadores habían concluido en que “dado que dos tercios de la incidencia del cáncer tienen su base en las mutaciones de ADN producidas durante la división de las células madre (lo que se da por azar), cambiar el estilo de vida y los hábitos ”puede ser de gran ayuda para prevenir ciertos tipos de cáncer, pero no todos”.
“Es por eso que deberíamos centrar más investigación y recursos en encontrar formas de detectar esos cánceres en etapas tempranas y más curables”, concluyó Tomasetti.