Merz anuncia un acuerdo histórico para aumentar el gasto en defensa y seguridad: «Alemania ha vuelto»

El próximo canciller pacta con los socialdemócratas del SPD y los Verdes revisar las normas de endeudamiento del país, que incluyen una reforma de la Constitución.

La Unión Cristianodemócrata (CDU) y el Partido Socialdemócrata (SPD) llegaron este viernes a un acuerdo con Los Verdes para una reforma de la Constitución alemana y que sea posible aumentar el gasto en defensa. El acuerdo, que incluye un paquete multimillonario para infraestructuras e inversiones aún por determinar en Defensa, se votará el martes y el resultado será una mayoría de dos tercios en favor del endeudamiento. La Unión, el SPD y los Verdes suman 31 diputados más de los necesarios para lograr el acuerdo, lo que «nos da incluso un poco de margen, si se quiere, para casos de enfermedad», subrayó al informar el futuro canciller y líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU), Friedrich Merz.

Se trata de un acuerdo histórico, de un cambio de paradigma en un país que hizo de la austeridad su sello y no solo en la elaboración y gestión de sus presupuestos, sino también de las finanzas comunitarias y de la zona euro. No en vano, Merz agradeció a los negociadores la fiabilidad, confianza, valentía y buen trato que habían mostrado durante unas negociaciones que él impidió como líder de la oposición, abortando con ello iniciativas de inversión del todavía canciller Olaf Scholz.

«Hay un claro mensaje a nuestros socios y amigos, y también a nuestros enemigos de nuestra libertad. Somos capaces de defendernos y estamos también completamente preparados para defendernos», recalcó el líder conservador. No faltarán recursos financieros para defender la paz en nuestro continente, enfatizó, y subrayó que «Alemania ha vuelto», ya que el Gobierno de coalición que CDU negocia con el SPD «hará una gran contribución a la libertad de Europa».

En su presentación del acuerdo, Merz confirmó la creación de un fondo especial de 500.000 millones de euros para inversiones en infraestructura. A diferencia de lo previsto hasta ahora, estará diseñado para doce años y no para diez. Además, y a petición de los Verdes, este fondo se utilizará específicamente para gastos adicionales en nuevos proyectos de infraestructura. Las inversiones que superen el 10% del presupuesto federal se incluirán en este fondo especial y, por lo tanto, no se verán afectadas por el freno a la deuda.

De esos 500.000 millones, 100.000 se destinarán al Fondo de Transición Climática para hacer que la economía sea climáticamente neutra. Este punto era especialmente importante para los Verdes. El jueves, la Unión y el SPD habían ofrecido un volumen de 50.000 millones de euros. Los Verdes rechazaron la oferta por considerarla insuficiente. Sus votos, imprescindibles para esa mayoría parlamentaria de 2/3 eran más valiosos.

Además, el acuerdo de los conservadores de la Unión y el SPD con los Verdes excluye del freno al endeudamiento los gastos de defensa que superen el uno por ciento del producto interior bruto (PIB). La novedad aquí es que se amplía el concepto de defensa a gastos de protección civil, servicios de inteligencia y apoyo a Estados atacados en contravención del derecho internacional, como por ejemplo Ucrania.

Los estados federados también se beneficiaran de las nuevas normas. En el futuro, todos los estados federados juntos podrán contraer nuevas deudas por un valor del 0,35 % del PIB. Este punto, sin embargo, no fue objeto de controversia en las negociaciones.

«Alemania ha vuelto», declaró Merz al anunciar el acuerdo para la flexibilización del techo de deuda y con el que «enviamos un mensaje claro a amigos y enemigos en el mundo de que en el futuro no faltarán los recursos financieros para defender la libertad y la paz», dijo. El copresidente del SPD y jefe de ese grupo parlamentario, Lars Klingbeil, por su parte, señaló por su parte que «el paquete es un poderoso impulso para Alemania y tiene el potencial de hacer avanzar el país en los próximos años, quizá décadas».

No se descartan sin embargo nuevas críticas a Merz pues si ya cedió a la presión del SPD para reformar el freno de la deuda, ahora lo hace ante los Verdes. Asegurado con el Parlamento saliente la mayoría de 2/3 que no podrá formar la coalición de Merz, la militancia de la CDU espera que el canciller no sea lo único que aporte el partido a la gran coalición. Las negociaciones prosiguen y Merz prevé que podrían durar hasta Semana Santa.

La dirección del grupo parlamentario de Los Verdes ha mostrado su satisfacción por el acuerdo alcanzado, pues «si concedemos créditos adicionales, nosotros teníamos que asegurarnos de que el dinero que se obtenga se invierte realmente en el futuro», ha declarado la copresidenta del grupo parlamentario Katharina Dröge. » Solo si acordamos conjuntamente que se ancle el criterio de la llamada adicionalidad podremos garantizar que cientos de miles de millones de euros no se utilicen para financiar recortes fiscales con cargo al presupuesto federal», prosiguió .

Dröge consideró muy importante liberar fondos para la protección del clima, pues el objetivo de la neutralidad climática se incluirá en la Constitución en 2045. «Estos 100.000 millones de euros marcarán la diferencia», dijo. Dröge reconoció que su partido, como no formará parte del nuevo Gobierno federal, no podrá decidir sobre el uso del dinero. Pero «hemos dado a la CDU y al SPD la oportunidad de hacer lo correcto. Solo podemos apelar a ambos grupos parlamentarios: asuman su responsabilidad, nosotros hemos hecho lo que hemos podido en este punto», señaló.

Sobre la decisión de aumentar el gasto en defensa, la copresidenta del grupo parlamentario de los Verdes, Britta Haßelmann, dijo que nadie puede ignorar «que tenemos que hacer más para equipar al ejército alemán y mejorar la infraestructura de seguridad del país. La seguridad debe ser la prioridad cuando se trata de la resistencia de Alemania a las crisis».

El acuerdo coincide con la publicación por parte de la Oficina Electoral de los resultados definitivos de las elecciones del pasado 23 de febrero. No ha habido cambios fundamentales, pero sí una noticia dolorosa para la Alianza de Sahra Wagenknecht. No entrará en el nuevo Bundestag por menos de lo esperado, exactamente 4.277 votos. Se quedó con el 4,98%. No hay cambios en la distribución de escaños en el 21.º Bundestag alemán. La CDU/CSU obtuvo el 28,5%, la AfD el 20,8 y el SPD el 16,4% Los Verdes obtuvieron el 11,6 % y La Izquierda el 8,8 %. El FDP salió del Bundestag con un 4,3 %. En escaños, esto significa: CDU/CSU ocupará 208, Alternativa para Alemania (AfD) 152, SPD 120, Verdes 85 y La Izquierda 64. El liderazgo de la oposición parlamentaria pasa a manos de AfD.

Además, el Tribunal Constitucional Federal de Karlsruhe ha rechazado este viernes varias solicitudes urgentes contra una sesión extraordinaria prevista en el Bundestag. Por lo tanto, los diputados pueden reunirse en el Parlamento el martes y votar un paquete financiero de miles de millones de euros que los posibles socios de coalición de la CDU y el SPD han puesto en marcha y sobre el que también se han puesto de acuerdo con los Verdes.

El grupo parlamentario de la AfD y el futuro grupo parlamentario de La Izquierda querían conseguir la adopción de una orden provisional. Algunos diputados también habían presentado propuestas. La AfD argumentó que el antiguo Bundestag ya no tenía la legitimidad democrática para decidir sobre enmiendas constitucionales. La Izquierda también afirmó que la convocatoria del antiguo Bundestag violaba los derechos de los nuevos diputados.

Dado que para modificar la Ley Fundamental y aprobar el paquete de medidas de defensa e infraestructuras del Gobierno de coalición entre la CDU/CSU y el SPD se necesita una mayoría de dos tercios, que en el nuevo Bundestag solo puede alcanzarse con los votos de La Izquierda o de la AfD, los posibles socios de coalición deben actuar con rapidez.