México, desbordado por la violencia narco: 43 muertos durante el fin de semana

Desde la captura del “Chapo” Guzmán, distintos grupos de narcotraficantes buscan tomar el control del cartel de Sinaloa.

La sangre volvió a correr a raudales en el martirizado territorio mexicano este fin de semana, con por lo menos 43 muertos por la violencia narco en cinco estados entre el viernes y el sábado, aunque la mayoría, 30 de ellos, sólo en el distrito norteño de Sinaloa.
El fin de semana marcó el enésimo capítulo en la interminable historia de violencia que castiga a México desde hace más de una década, desde que el ex presidente Felipe Calderón lanzó una apuesta temeraria y declaró la guerra a las bandas criminales y movilizó a las fuerzas armadas.
Sinaloa fue el epicentro de los crímenes sucedidos aparentemente por una disputa entre las facciones que buscan hacerse del control del cartel del Pacífico, que dirigía hasta hace poco el famoso criminal Joaquín Guzmán, alias “el Chapo”, pero que quedó acéfalo tras su extradición a Estados Unidos, en enero pasado. La noche del viernes 17 personas murieron en un enfrentamiento entre hombres armados y policías tras una persecución en Villa Unión, en el puerto de Mazatlán, y otras 13 murieron anteayer en distintos episodios en los municipios de Culiacán, El Fuerte, Ahome y Navolato.
El enfrentamiento comenzó cuando un grupo de personas armadas que circulaban a bordo de cuatro camionetas abrieron fuego contra los policías mientras intentaban escaparse tras participar en un primer tiroteo que dejó dos personas muertas, dijeron Seguridad Pública y la Fiscalía General de Sinaloa.
Los efectivos repelieron la agresión, solicitaron el apoyo de las fuerzas estatales y federales e iniciaron una persecución. Cerca de la comunidad La Amapa alcanzaron a una de las camionetas con sujetos armados y volvieron a enfrentarse a balazos, según un comunicado de la autoridad policial.

Lucha por el territorio

La violencia también ha repuntado en otras regiones de México y mayo es de hecho el mes más letal desde que se inició en 1997 un registro oficial de crímenes, con 2186 homicidios, aunque no se detallan cuántos estarían ligados al narcotráfico.
Especialmente, la violencia recrudece también en el estado de Chihuahua, clave en la ruta de la drogas, ya que comparte una amplia frontera con Estados Unidos, mientras que en Guerrero, en la costa sur del Pacífico y donde se localiza el balneario de Acapulco, los asesinatos cotidianos no dan tregua.
De todos modos la situación más preocupante se vive en Sinaloa, donde las autoridades creen que los ataques están relacionados con el tráfico de drogas ilícitas en la sierra del sur del estado.
Sin embargo, algunos expertos estiman que sigue la pelea frontal entre los grupos que disputan la hegemonía del cartel del Pacífico, también llamado cartel de Sinaloa, entre ellos los hijos del “Chapo”, Alfredo e Iván Archivaldo.
En febrero pasado, ambos dijeron haber sido atacados por Dámaso López, “el Minilic”, hijo de un aliado del mismo nombre que ayudó a Joaquín Guzmán a escaparse por primera vez de una prisión de alta seguridad, en el occidental estado de Jalisco, en enero del 2001.
Dámaso López padre, apodado “el Licenciado”, fue detenido en mayo pasado en un barrio exclusivo de la Ciudad de México.
A causa del confuso incidente, en el que López atacó a los hijos de Guzmán, se produjo una ola de violencia que arrojó 12 muertos en comunidades de Culiacán y Navolato, donde las autoridades se vieron obligadas a suspender las actividades en 140 escuelas.
En agosto último, los hijos de Guzmán fueron secuestrados en el centro veraniego de Puerto Vallarta, costa del Pacífico, mientras asistían a una fiesta de cumpleaños, pero hasta ahora no queda claro quiénes fueron los autores.
Los jóvenes fueron luego liberados, mientras existen dudas de si sería Dámaso López, uno de los hombres más cercanos del “Chapo”, el que ordenó el rapto, o miembros del llamado cartel de Jalisco Nueva Generación, que disputa con el primero la hegemonía del tráfico de drogas en México.