Mi repudio total y absoluto | por José Luis Jacobo

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Los hechos protagonizados por una minoría en el contexto de la marcha para cerrar los eventos de las jornadas contra la violencia de género derivaron en un escenario de violencia grotesca contra la iglesia y las fuerzas de seguridad que cumplían allí una custodia pasiva en un lugar central para el culto católico.La violencia desatada por este grupo, minúsculo en relación a las y los movilizados, no se justifica bajo ningún relato de oportunidad que el poder pueda exaltar por los medios de corte y pegue de la ciudad. La presencia a minutos de concluidos los hechos de José Luis Zerillo , secretario de algunos derechos humanos , la secretaria de la mujer Marcela Luca, o el ficcional jefe de seguridad municipal Fernando Telpuk pidiendo el nombre y número de chapa de los funcionarios policiales presentes es un grotesco que pretende ignorar los hechos ciertos que ocurrieron allí .
Es patética la cobardía de la cobertura de Clarín que coloca a Carlos Pampillon en el centro de la escena como titular del FONAPA en actitud de protector de la catedral como una pieza a considerar en el estallido de violencia que se produjo en Mar del Plata ensombreciendo jornadas que por su probidad humana y republicana no merecían este final.
No menor pero esperable es la cobertura de QUE digital que hace una reconstrucción militante y facciosa de los hechos en los que los funcionarios policiales presentes temieron por su vida. Los atacantes arrojaban su propio detritus humano al cuerpo de los funcionarios, baldes de pintura y voló una molotov. Dentro de la Catedral, en misa, familias con sus hijos temían por su vida, un capitulo que ni “la corpo”, o los medios de izquierda parecen haber advertido.
Los derechos humanos no son de signo político alguno, son de la humanidad toda. Los servidores públicos tienen derechos humanos tal como cualquier ciudadano. Los fiscales actuantes Andrea Gómez, Fernando Berlingieri tienen en su poder datos e imágenes que claramente revelan los hechos.
Raudamente, la fiscal Gómez se aseguró que el centro de monitoreo tuviere todas las imágenes de los hechos que claramente constituyen un ataque a la iglesia de magnitud no vista desde la quema de iglesias en el segundo gobierno de Perón. Los actuantes vinculados a organizaciones que en distintas ocasiones hacen de tropa de choque fueron de inmediato aupados por toda la maquinaria gubernamental. Insólitamente la fiscal federal Laura Mazzaferri llamo a la fiscalía de provincia para ofrecer ayuda (?), y recibió por respuesta “y, sí, mirá: tenemos cuatro homicidios, cinco baleados, y tres abusos tremendos ¿de qué te querrías hacer cargo?”.
Irrita la ignominia en la que se mueven estos actores siniestros, utilizando el dolor de la sociedad, de las mujeres abusadas y violadas; el dolor de los hijos sin padre. El dolor y la vergüenza que sufre la sociedad son tremendos, y su utilización como arma política es siniestra. Mi repudio total y absoluto a quienes manipulan el sufrimiento ajeno para hacer de ese dolor, o esos dolores, un instrumento de acumulación política.

José Luis Jacobo