La tecnológica pretende crear “puertos seguros” que no podrán ser intervenidos por EE UU.
La compañía informática estadounidense Microsoft anunció este miércoles que ofrecerá a sus clientes europeos almacenar sus datos en dos centros que prepara en Alemania, supervisados por Deutsche Telekom y donde la información permanecerá blindada contra las exigencias legales de Estados Unidos.
“Estos nuevos centros regionales para almacenamiento de datos permitirán a nuestros clientes disfrutar de todas las capacidades de la nube [como se conoce el sistema de almacenamiento de datos on-line] de Microsoft asegurándose de que una compañía alemana retendrá el control de los mismos”, explicó en una rueda de prensa en Berlín Satya Nadela, consejero delegado de Microsoft.
El proyecto, que estará listo a finales de 2016, es una respuesta a la pérdida de confianza que genera en los clientes europeos que sus datos se almacenen en EE UU, donde las autoridades locales en los últimos años han incurrido en sonados episodios de espionaje informático. El mayor se produjo en 2013, cuando Edward Snowden, exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional de EE UU (NSA) reveló un sistema de espionaje con la colaboración de los gigantes tecnológicos estadounidenses. Desde entonces muchos usuarios europeos de servicios on-line desconfían de la seguridad de su información en el momento en que queda sometida a la legislación estadounidense, que antepone sin ninguna limitación la seguridad nacional al derecho a la intimidad.
Cambios en la industria
Expertos tecnológicos citados por el diario Financial Times describen la decisión como un “punto crítico” a partir del que puede cambiar el futuro de la industria. En primer lugar porque implica una asunción por parte de una gran tecnológica de su incapacidad para garantizar la privacidad de sus clientes frente al Gobierno estadounidense. En segundo, porque podría obligar a otras grandes compañías a ofrecer un servicio similar a sus clientes si no quieren ser dañados por la competencia de Microsoft.
La concesión de Microsoft introduce un factor de complicación mayor en las negociaciones entre EE UU y la Unión Europea sobre los “puertos seguros” para la información privada, después de que el Tribunal de Luxemburgo declarara en octubre que EE UU no garantiza “un nivel de protección adecuado” de la información de los usuarios que las grandes compañías tecnológicas de Silicon Valley transfieren desde Europa a sus sedes al otro lado del Atlántico.