Luis Fondebrider y Mercedes Salado se sumarán a la misión encabezada por el Comité Internacional de la Cruz Roja.
Dos integrantes del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), Luis Fondebrider y Mercedes Salado, formarán parte de la misión del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) que llevará adelante el proceso de identificación de las 123 tumbas de soldados enterrados en Malvinas, que comenzará el próximo 19 de junio en el cementerio de Darwin.
Según informaron a Télam fuentes oficiales, Fondebriber -presidente del EAAF- y Salado -una bióloga española especializada en genética y antropología, que integra el equipo desde 1997- se sumarán a la misión que llega este lunes a Buenos Aires para mantener reuniones con el gobierno y ultimar los detalles de las tareas que se realizarán en Darwin, donde yacen 237 tumbas, de las cuales 123 tienen la leyenda “Soldado argentino solo conocido por Dios”.
Desde este lunes estarán en Buenos Aires el jefe del Plan de Proyecto Humanitario (PPH), Laurent Corbaz; el jefe de la Delegación Regional para Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, Lorenzo Caraffi; y el titular de la misión del CICR en Buenos Aires, Diego Alonso Rojas Coronel, según informó el comité de la Cruz Roja.
Durante la semana, los representantes del CICR mantendrán reuniones con funcionarios de Cancillería y de la secretaría de Derechos Humanos, las áreas del gobierno nacional que vienen trabajando en forma conjunta los detalles del proceso de identificación de las tumbas, que incluyó varias reuniones en Ginebra, sede del CICR.
La misión seguirá detalladamente los pasos del “Plan de proyecto humanitario”, firmado en diciembre de 2016, entre el ex vicecanciller argentino Pedro Villagra Delgado, su par británico Alan Duncan y el presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja, Peter Maurer.
Según lo establecido en esa iniciativa, las muestras de ADN que se recojan en Darwin serán analizadas en el laboratorio que posee el EAAF en la provincia de Córdoba y se estima que hacia finales de año estará listo el informe final.
El plan acordado indica que las operaciones se desarrollarán en el cementerio -ubicado a unos 80 kilómetros de Puerto Argentino, la capital de las islas- a cargo de un equipo forense que trabajará entre dos y tres meses, y se establece que el informe final a los familiares se conocerá “varias semanas después” de finalizadas las tareas en Darwin.
El equipo que trabajará en Malvinas estará integrado por dos especialistas propuestos por el gobierno argentino: Fondebrider y Salado del prestigioso EAAF, una organización científica no gubernamental que aplica las ciencias forenses a la identificación de restos víctimas de violaciones a los derechos humanos en el mundo y que ha tenido una participación crucial en la Argentina para la identificación de víctimas de la última dictadura cívico-militar.
Según el procedimiento establecido, se exhumarán las tumbas de a una a la vez, se analizarán los restos en el lugar, se tomará una pequeña muestra de tejido esquelético para una prueba de ADN e inmediatamente se inhumarán los restos en sus tumbas correspondientes y en “féretros apropiados”.
La participación de la Cruz Roja, que asume el rol en la tarea de “carácter exclusivamente humanitario” y con un “papel de intermediario neutral”, garantizará que los restos sean tratados “con la mayor dignidad” a lo largo de todo el proceso y las sepulturas serán devueltas a “su estado original” tras la operación forense.
A lo largo de esos meses, el CICR transportará en forma regular -en lotes- muestras del tejido extraído a los laboratorios que posee la denominada Iniciativa Latinoamericana para la Identificación de Desaparecidos (ILID) y del EAAF en Córdoba, donde se establecerá el perfil de ADN y se realizará la comparación con las muestras de familiares almacenadas.
En reciente reuniones se acordó el criterio y procedimiento que se utilizará para los análisis genéticos así como los aspectos técnicos de la investigación forense.
Hasta el momento, según datos oficiales, unas 95 familias de las 123 ya dieron su consentimiento y aceptaron realizarse tomas de sangre que están almacenadas en Córdoba, luego que desde la Comisión de Familiares de Caídos manifestaran sus reparos al procedimiento seguido durante el gobierno anterior, que fue subsanado por esta gestión.
Algunas de las muestras tomadas en Darwin y elegidas al azar se enviarán también a los laboratorios de genética forense de la Universidad Central de Lancashire en Preston (Reino Unido) y de la Universidad de Santiago de Compostela (España) para realizar una doble comparación cruzada de los resultados.
Para cada muestra extraída del cementerio, se producirá un informe detallado, incluso de aquellos restos que no puedan ser identificados y se incluirán también recomendaciones para nuevas pruebas.
Se estima que toda la operación humanitaria tendrá un costo aproximado de 1 millón 100 mil dólares, que será financiado por ambos gobiernos, y que incluirá la mano de obra, los análisis de laboratorio, la compra de materiales y equipos, los gastos de la misión en las islas, y el alquiler y los gastos de transporte.
Durante los meses de trabajo en Darwin no se permitirá la presencia de medios de comunicación y quedará cerrado al público, ya que se montará una especie de “morgue temporaria”, equipada con mesas y protegida de las inclemencias del tiempo, en donde se realizará el análisis de los restos ‘in situ’.