El Auditor General de la Nación por parte de la Cámara de Díputados, habló en la 99.9 durante su paso por Mar del Plata y dejó conceptos respecto de la política exterior y también de los movimientos mapuchistas en el sur del país.
De paso por Mar del Plata, Miguel Ángel Pichetto habló en la 99.9 de temas importantes para la política argentina tanto interna como externamente. Incluso de temas que siguen siendo parte de la agenda cotidiana del país pero no tiene el espacio y el impacto que debiera.
Uno de ellos es el tratamiento que se le ha dado a la política exterior y sobre todo la ratificación y apoyo a regímenes absolutamente autoritarios y en algunos casos, hasta criminales: “la política internacional es una catástrofe desde el punto de vista de las relaciones de Argentina con el mundo y vinculación con los países desarrollados, con Occidente. Es lamentable, pero viene siendo una línea de coherencia y de funcionamiento de la Cancillería y del gobierno, respecto a la relación con Nicaragua, con Venezuela y últimamente con Cuba en donde los hechos son tan disparatados y absurdos que estar alineado ahí es convalidar dictaduras, represión y torturas. La pregunta interesante para hacerse es donde están las organizaciones derechos humanos como las Madres, las Abuelas, el grupo de HIJSO y todo el sector que permanentemente pone el grito en el cielo por cualquier cosa que ocurre en Chile o en Colombia, pero acá se quedan en silencio”.
Parece algo menor, pero trae consecuencias inmediatas para nuestro país a punto tal que impacta en lo económico, según indicó: “el rumbo que tiene Argentina y el relacionamiento con países que son dictaduras feroces, indudablemente marca una línea de aislamiento del país y esto también trae perjuicios económicos como la pérdida de credibilidad en las inversiones y demás”.
El último escándalo fue la carta de Nicolini donde también se dejó en evidencia una improvisación absoluta en un tema central como la negociación de vacunas: “el problema es porqué aparece una funcionaria de tercera línea representando al país y es la primera pregunta que habría que hacerse. En la compra de vacunas, además de participar las autoridades del Ministerio de Salud, debería haber participado la Cancillería. Hay una relación de cuidado en términos ideológicos que no se corresponde con una postura que debería haber tenido Argentina comprando todo tipo de vacunas, como Pzifer o Moderna; como lo han hecho ahora”.
El otro eje central del que también expuso sus ideas es la incidencia del mapuchismo en el sur de nuestro país y como las autoridades no se hacen cargo de lo que deberían. Recientemente, se quiso cambiar el nombre de una plaza que se llamaba Campaña del Desierto y los habitantes votaron por General Roca como alternativa. Como ideológicamente no correspondía, dejaron sin efecto la consulta popular.
Su vínculo con el sur y principalmente con la provincia de Río Negro, le dan autoridad para expresarse al respecto: “Roca es uno de los hombres más importantes de la construcción de la Argentina. Fue un presidente que asumió con la mitad del territorio y cuando terminó había conquistado toda la Patagonia que estaba en manos de los mapuches luchando contra el Malón que se robaba al ganado y las mujeres. La construcción histórica es al revés yo vivo en el Río Negro, en Bariloche hay una estatua de Roca en el Centro Cívico y permanentemente le tiran pintura y están tratando de destruir el monumento. La ciudad más importante de mi provincia se llama General Roca, es la ciudad más potente del Alto Valle. Como ocurre en Patagonia no le damos tanta importancia y la sociedad se nutre de las noticias del AMBA, la Capital y la provincia y así estamos”, indicó.
Luego fue más específico en cuanto a las responsabilidades: “después del caso a Nahuel donde hubo un enfrentamiento a tiros con este grupo mapuche, el Estado Federal retrocedió, la Gendarmería se retiró prácticamente y la Prefectura también. Todas las tierras del Mascardi que son Parques Nacionales y también tierra de la iglesia católica, está en manos de estos pseudo mapuches porque ni siquiera son pueblos originarios. La historia se cuenta siempre por el lado de visiones heroicas pero estos personajes quieren construir un estado independiente esta gente no reconoce la bandera ni canta el himno ni reconoce las autoridades nacionales. Este disparate esta siendo avalado por el gobierno. Hay abogados montoneros, gente del ERP y demás. Hay que poner este tema en el centro del debate argentino porque es uno de los factores más graves que pueden llevar a la disolución territorial e incluso a visiones separatistas”.
Por último, indicó que hay una relación directa entre la política, este pensamiento e incluso el aval de la Iglesia Católica para que suceda: “hay una visión idílica y Argentina compra eso. Esta visión que se ha instalado en algunos sectores también de La Cámpora y también de la juventud del peronismo que cree que esta revolución que añoran y que no se hizo; es la salida para el país. Todas esas ideas son viejas y también están avaladas por la iglesia. Cuando el Papa dice que la propiedad es derecho secundario está abriendo el camino para que grupos peligrosos en Argentina violenten uno de los derechos centrales para un país con libertades”.