El Secretario General de la Federación Nacional de Conductores de Taxis en Mar del Plata habló en la 99.9 sobre la llegada a la Suprema Corte de la causa donde buscan que se cumpla la ordenanza que impide trabajar a las aplicaciones.

Los taxistas siguen luchando en la justicia porque se cumpla la ordenanza que prohíbe el uso de aplicaciones de transporte como Uber, Cabify, etcétera y la semana pasada se dio a conocer que la causa llegó a la Suprema Corte buscando una resolución final al respecto.
El Secretario General de la Federación Nacional de Conductores de Taxis en Mar del Plata, Miguel González, comentó al respecto en la 99.9 que «hemos presentado una cautelar defendiendo nuestros derechos, ya que el señor intendente se jacta de hacer cumplir las ordenanzas al pie de la letra. Nosotros tenemos una ordenanza que veo que la pasan por arriba y no protege el trabajo regularizado nuestro».
El motivo de la insistencia tiene que ver con lo que creen es una burla: «vemos que nuestro trabajo está avasallado, cada vez hay más coches particulares con un celular prestando un servicio indiscriminadamente, haciendo casi desaparecer nuestra actividad. Nosotros tenemos obligaciones como transporte público pero también tenemos derechos y nuestro derecho es que se cumpla la ordenanza 23928, donde no está permitido circular con dichas aplicaciones por no tener una habilitación y lo que no hay es control».
Hoy se ha naturalizado plenamente en Mar del Plata el uso de las aplicaciones, incluso hasta por los propios taxis y remises a los que indicaron que deberían sacarle la licencia si se controlara efectivamente: «invitaría a cualquier concejal a que se pare en la puerta a la terminal, en las clínicas, en las confiterías bailables, caso de Playa Grande, hacen cola como si fuera una parada de taxi. Y después tenemos otro agravante, una ordenanza que dice que nuestra tarifa la regulariza el municipio, que no podemos cobrar ni de más ni de menos. Y muchos miembros de comisión de transporte se jactan, pero los taxis y los remises también bajan aplicación y ya están infringiendo la ley de nuestra ordenanza que dice que no podemos cobrar menos. Eso sería caducidad de licencia. Quiere decir que acá nadie controla y ellos dicen que controlan. Lo único que le falta a la aplicación es parar un taxi y pedir cambio para cobrar nada más total, trabajan con total impunidad».
La decisión política parece bastante clara y por eso, esperan casi un milagro de la justicia: «¿Por qué nosotros tenemos que solventar la falta de trabajo? ¿Por qué tenemos que desaparecer? Por qué de 26 o 30 viajes por turno estamos haciendo 10. La tarifa que tenemos nosotros no la inventamos, la hacemos de acuerdo a los gastos que tenemos acá no es que vino algo nuevo, vino a romper el mercado y a regalar los viajes».