El Secretario General del Sindicato Marplatense de Peones de Taxis, habló en la 99.9 sobre la negativa de los choferes a la instalación del GPS y la insistencia del gobierno municipal en su aprobación: “Acá todos se lavan las manos y los culpables somos nosotros“.
Una vez más la controversia por la instalación del GPS en los taxis y remises, está en el centro de la escena. Los choferes hicieron una votación para ver quien estaba a favor y quien en contra, con un rotundo NO que llegó al 99% de los votantes.
Mientras tanto, el gobierno municipal desarrolló una serie de reuniones para avanzar en el sentido contrario. El Secretario General del Sindicato Marplatense de Peones de Taxis, Miguel Rodríguez, se expresó al respecto en la 99.9: “la convocatoria fue un éxito porque por primera vez los compañeros mostraron lo que piensan. Se convocó a todas las empresas de radio, uno no quiso concurrir, otro no nos recibió la nota pero el resto estuvieron presentes. Ahora está en manos del escribano”.
El problema surge porque la reglamentación obliga a instalar el GPS pero al parecer, la intención de los choferes es que esto no suceda: “por la resolución firmada y las ordenanzas vigentes, está la obligatoriedad del GPS. Ahora estamos esperando que Bonifatti nos conteste porque impugnamos su resolución en enero y no nos contestó legalmente eso. El expediente se trabaja en el Concejo Deliberante, le llevamos los problemas de los compañeros y lo dilatan para que quede en el tiempo. Mañana nos reuniremos para que todos opinen además de ver los pasos a seguir. Hemos sido pacientes pero no somos tontos, no quieren tratar el tema”.
Las reuniones con algunos dirigentes como Raúl Vicente y Donato Cirone con el intendente, para Rodríguez ha sido sólo una muestra de la intención que tiene el gobierno pero no de lo que le están pidiendo los trabajadores: “esto está todo armado por el gobierno municipal. Después de la respuesta de los compañeros con un 99% de NO al GPS, al otro día salieron a decir que pedirán el GPS si o si desde la próxima inspección anual para desmoralizar a la gente. El lunes Angélica González que pertenece al gobierno, sale pidiendo la uberización del sistema. Tengo una carta firmada por el intendente antes de ser intendente, donde se compromete ante el Sindicato a que Uber en Mar del Plata no iba a funcionar. Si no tiene palabra, no lo cumplirá”.
Todavía no han llegado a vislumbrar cuál es el interés puntual que están siguiendo porque están cerrados a cualquier opinión ajena. “Parece que hubiera un negocio detrás de esto porque están enloquecidos por aprobarlo. Nosotros le presentamos la propuesta de una aplicación hecha por el municipio para que brinde el servicio, algo similar a Uber con el control del municipio donde no tengamos que pagar ningún abono. Hay que tener voluntad nomas pero no la tienen”, declaró Rodríguez.
Incluso en su momento, se anunció por todo lo alto la realización de un curso para choferes de taxis que se completó pero por lo que pudieron averiguar, no ha generado que estén trabajando: “hicieron un curso para taxistas y le preguntamos cuantos se recibieron, nos respondieron que fueron unas 300 personas pero también le preguntamos en que autos estaban trabajando y no sabía que responder. Me encontré con una de las personas que hizo el curso, que era muy bueno, pero cuando fue a hacer la licencia, le dieron mil vueltas y se cansó”.
Justamente en diálogo con el actual Secretario de Gobierno Santiago Bonifatti, Rodríguez le recordó al funcionario que en otro de los gobiernos que él integró había llegado dinero para la compra de los equipos que ahora quieren que paguen los choferes, pero nadie sabe que pasó con esa plata: “el taxi dejó de ser rentable y nadie quiere subirse a un lugar donde no va a ganar plata. Hay una inseguridad terrible y el GPS no es para seguridad, es para control. Es otro gasto más que tenemos que pagar nosotros. Si nos quieren controlar, que lo pague el municipio. La plata para los equipos llegó cuando Pulti era intendente y se lo dije a Bonifatti que fue parte de ese gobierno, pero me contestó que era otro gobierno y que averigüe que pasó con la plata. Acá todos se lavan las manos y los culpables somos nosotros”.