El vicepresidente dijo que no cree que “esa acción sea beneficiosa para la nación o consistente con la Constitución” y, en referencia al anunciado juicio político, llamó a la líder demócrata Nancy Pelosi a “evitar acciones que inflamen aún más las pasiones”
El vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, rechazó en la noche del martes invocar la 25° enmienda para remover a Donald Trump de su cargo.
En una carta a la líder demócrata en la Cámara Baja, Nancy Pelosi, dijo que no cree que “esa acción sea beneficiosa para la nación o consistente con la Constitución” y, en referencia al anunciado juicio político, la llamó a “evitar acciones que inflamen aún más las pasiones”.
“No creo que ese curso de acción sea en el mejor interés de nuestra nación o sea consistente con nuestra Constitución”, dijo Pence en la carta a la líder de la Cámara de Representantes, justo antes de una votación en la Cámara Baja de una resolución exigiendo apelar a ese mecanismo sin precedentes en la historia estadounidense.
Bajo la Sección Cuatro de esa enmienda, el vicepresidente y la mayoría del Gabinete pueden declarar al presidente inhabilitado para dirigir el país.
Si el mandatario se opusiera a ello y no hubiera acuerdo, el Congreso dirimiría las diferencias.
“La semana pasada, no cedí ante la presión para ejercer poder más allá de mi autoridad constitucional a fin de determinar el resultado de la elección y ahora no cederé ante el esfuerzo de la Cámara de Representantes para jugar juegos políticos en un momento tan serio en la vida de nuestro país”, dijo Pence en la misiva a Pelosi.
La respuesta negativa de Pence garantiza que los demócratas someterán el miércoles a consideración de la Cámara Baja la acusación a Trump de “incitar a la insurrección” en la toma del Capitolio el 6 de enero por sus partidarios, en un segundo procedimiento histórico de “impeachment” contra el presidente republicano.
El vicepresidente hizo así una tácita alusión a las presiones de Trump para que se arrogara unos poderes que no le correspondían bajo la Constitución e interfiriera la sesión de ambas cámaras del Congreso convocada para ratificar la victoria de Joe Biden en los comicios de noviembre pasado.
Pence advirtió que usar esa enmienda, creada tras el asesinato del presidente John F. Kennedy en 1963 y en medio de la Guerra Fría para proteger al Gobierno en supuestos como enfermedad repentina del mandatario, “sentaría un terrible precedente”.
“Le insto a usted y todos los miembros del Congreso a evitar acciones que dividirían e inflamarían aún más las pasiones del momento”, agregó el segundo a bordo de la Casa Blanca, e invitó a la líder de la Cámara Baja a trabajar juntos “para bajar la temperatura y unir a nuestro país” mientras se preparan para la posesión de Biden.
“Les prometo que continuaré haciendo mi parte para trabajar de buena fe con la Administración entrante para asegurar una transición ordenada del poder”, concluyó.
“Acechará a su administración. Como dice la expresión, tengan cuidado con lo que desean”, expresó desde Alamo, en el estado de Texas. “La farsa del juicio político es la continuación de la caza de brujas más terrible de la historia y es peligrosa para los Estados Unidos, especialmente en este momento delicado”, agregó Trump, en referencia al proceso de impeachment que los demócratas en la Cámara de Representantes abrirán el próximo miércoles.
Horas antes, había calificado como “absolutamente ridículo” el proceso, en el que será acusado de haber instigado la violencia del pasado miércoles. El líder también republicano fue consultado si contemplaba la posibilidad de renunciar, a ocho días de que acabe su mandato, pero evitó responder directamente y dijo: “No quiero más violencia. Nunca violencia”.
Además, ante las preguntas sobre si tiene parte de responsabilidad al haber arengado a los manifestantes a marchar al Capitolio, dijo que su discurso ante sus seguidores fue “totalmente apropiado”.
Antes de pronunciar su declaración por la tarde, Trump firmó una placa con su nombre en el muro y recorrió la zona con agentes fronterizos.