Los manifestantes que desfilaron en Jerusalén frente al parlamento acusaron al gobierno de saquear las arcas del Estado.
Miles de israelíes se manifestaron el martes en Jerusalén contra la atribución de financiamientos para los judíos ultraortodoxos prevista en el presupuesto del Estado de Israel, y acusaron a la coalición en el poder de “saquear” al país.
El primer ministro Benjamin Netanyahu defendió un presupuesto “responsable” ante sus socios de la coalición gobernante compuesta por derecha, extrema derecha y partidos judíos ultraortodoxos, antes de que se den una serie de votaciones que continuarán el miércoles.
“Aprobamos un presupuesto responsable, que respeta el marco presupuestal y es saludado por las agencias de calificación”, declaró Netanyahu.
Miles de manifestantes desfilaron en Jerusalén frente al parlamento, agitando banderas israelíes y tocando percusiones, al mismo tiempo que acusaban al gobierno, uno de los más derechistas de la historia de Israel, de “saquear” el dinero del Estado.
Reforma de la justicia en pausa
Esta manifestación era organizada por el movimiento que inició las protestas que han reunido todas las semanas a partir de enero a decenas de miles de personas contra el proyecto de reforma de la justicia, visto por sus detractores como una amenaza contra la democracia en Israel.
Netanyahu anunció el 27 de marzo una “pausa” en ese proyecto para dar una “oportunidad […] al diálogo”.
El lunes, el primer ministro anunció que el Estado otorgará a los hombres judíos ultraortodoxos casados que realizan estudios religiosos en vez de trabajar, 250 millones de shekels (67,5 millones de dólares), en el marco de un acuerdo de última hora con uno de los partidos ultraortodoxos de la coalición, para garantizar el apoyo para la votación del presupuesto.