La Consejera Escolar se refirió en la 99.9 a la situación de varios establecimientos de Mar del Plata donde hay jornadas reducidas o directamente se suspendieron las clases por los problemas ante la ola de frío polar.
Se está atravesando una ola de frío en grandes sectores del país y Mar del Plata no es ajena. A pesar de que hay escuelas donde hay serios problemas y los alumnos deben concurrir con horarios reducidos o bien directamente se suspenden las clases, nadie está haciendo frazadazos como pasaba durante los inviernos de hace años atrás organizados por quienes hoy, están al frente del Consejo Escolar.
La consejera Mónica Felices se expresó al respecto en la 99.9, mostrando su enojo por la situación: “en este momento el Frente de Todos y Crear Juntos llevan adelante la gestión y si fuera al revés creo que habría unos cuantos frazadazos. Hoy no se llevan adelante estos frazadazos. Cuando salen a hablar parece que estuvieran en Disney, salen felices a dar las buenas nuevas como si hubieran resuelto problemas de años pero nosotros no tenemos la misma información”.
Si bien escasea la información porque contradice el discurso que quieren imponer, detalló que “nosotros no tenemos acceso a muchísimos datos que ellos tienen pero los recopilamos a través de las familias. Tenemos al día de hoy entre 15 y 20 escuelas con reducción horaria o rotación de turnos, 2 seguro con suspensión de clases por falta de gas”.
Cuando hay algún problema puntual para solucionar, aparecen llamativamente las asambleas de padres que tienen también cierto control en sus reclamos. Los padres que están enojados y tienen a sus hijos en esa situación, no se animan a denunciar lo que pasa: “las familias nos hablan bastante cuando no encuentran respuestas pero les cuesta coordinarse. No veo que haya manifestaciones de padres, los trato de alentar a que denuncien la situación porque es la única manera. Los padres son los únicos que defienden a los chicos, los que hacen asambleas son los dueños de las voces de la gente y las familias tienen miedo de hablar”, aclaró Lence.
Su enojo con la situación es que todos se transforman en cómplices a través del silencio de una situación que está lejos de denominarse siquiera como buena: “está mal decir que está todo bien porque no está todo bien. Después hablamos de adoctrinamiento pero dejamos que hagan pintadas políticas dentro del Consejo Escolar, el silencio es lo que más aturde. Que nadie manifieste estas cuestiones da mucha bronca. Muchas cosas están mal, no hay auxiliares, las escuelas suspenden las clases, ni hablar de los contenidos. Parece que estamos en una panacea a partir de la mentira, me resulta complicado convivir en ese contexto, pero tenemos que seguir peleando porque sino nadie lo hace”.