Movimiento inesperado

Conmocionó a más de uno. Con visos de posible realidad, o como un anuncio más de tantos, la idea de trasladar las actividades del municipio a una nueva estructura a crearse en el predio del Club Unión provocó sorpresa, dudas y, por qué no decirlo, molestia entre quienes tendrían que pensar en un traslado más complicado que hasta el centro de la ciudad.

pag.16 aA veces resulta complicado hacer periodismo; sobre todo cuando la información viene cargada de las enormes dudas que genera una gestión que “da por hecho” proyectos que luego no se cumplen, o sobre los que no se tomaron previsiones razonables; es como si la declamación voluntarista fuera suficiente para que un genio salido de alguna lámpara la pudiera transformar en realidad.

Pero hay gente que se pone contenta, que se ilusiona, y entonces uno se vuelve un “pisabrotes” si expresa dudas lógicas que, por lo general, no reciben respuestas. Son tantas las veces que ha ocurrido durante estos años, que huelga explicarlo. Pero la metodología sigue; y los medios debemos informar. En este caso hay terceros involucrados, el Club Unión, de vieja historia en la ciudad, por lo que conversamos con su presidente Juan Rey, en estos términos

 

Noticias & Protagonistas: ¿Cómo comienza la historia que termina con la foto del acuerdo entre el club y el municipio sobre un intercambio de propiedades?

Juan Rey: El Club Unión, en el año 93, sufrió un tornado, que destruyó también las instalaciones del Club Independiente, y que nos afectó tanto en nuestra sede de 9 de Julio como en el campo de Libertad. Se destruyó toda la arboleda, tuvimos que cortar casi todos los especímenes, destruyó el inmueble, y a partir de entonces casi toda la quinta pasó a ser un lugar sólo de entrenamiento de fútbol, casi sin actividad social, porque nos embarcamos en la construcción de la sede de 9 de Julio y era imposible gastar en dos emprendimientos a la vez. El lugar fue perdiendo para el socio la chance de ser espacio de recreación, y hace años que queríamos pasar a otro predio que permitiera iniciar una nueva etapa. Surgió la posibilidad porque la municipalidad estuvo buscando algún sitio, y por lo que nos cuentan, encontraron en Unión la respuesta. Así surgió el intercambio.

 

N&P: ¿Qué implica para el club instalarse en Camet? ¿Ustedes quedan como titulares de ese nuevo espacio, o es cesión de la comuna?

JR: La comuna no puede entregar en forma definitiva la tierra, no puede decirle a Unión que le da las tierras; nosotros firmamos un protocolo de entendimiento para definir la papelería. La municipalidad ahora averiguará; se habló primero de una cantidad equis de años, nosotros consideramos que, como igual va a ser muy importante ese tiempo y el club nunca tuvo problemas en renovar sus préstamos si hay actitudes correctas, no importa entonces si son 50, 60 o 90 años. Unión sabe que habrá renovación.

 

N&P: ¿Ustedes qué pretendían?

R: Las charlas están dentro de la franja de 50 a 99 años. De todos modos, nosotros esperamos que salga definitivamente, luego de la intervención del Concejo Deliberante. Dimos la palabra pero nosotros firmamos el protocolo no como una cesión definitiva, sino con un compromiso de que discutiremos cuatro o cinco puntos de ese protocolo. Los exhibí en el club para que la gente estuviera informada. Lo más importante es resolver la cantidad de años.

 

N&P: Se habla de crear en Camet un área con una inversión de 3 piletas, algo grande; ¿es así?

JR: Lo de la pileta es lo que estamos haciendo en la sede de 9 de Julio, es un proyecto que manejamos desde hace año y medio. Estamos poniendo la papelería al día, para lograr construir allí algo para lo que venimos ahorrando desde hace mucho. Piletas especiales además, porque Unión se dedica mucho a la discapacidad; es un club de barrio, muy social. Si bien tiene fútbol profesional, está un poco separado del resto. En 9 de Julio nos falta esto, la pileta y el centro cultural al costado, un terreno hoy vacío.

 

N&P: Con la foto hubo mucho revuelo, por eso había que aclarar. Se firma el protocolo entonces, pero no hay definición de tiempo; la comuna no lo sabe, aunque es de suponer que si son 50 años, salvo situaciones graves, se renovaría automáticamente.

JR: 50 años parece una eternidad, pero el club tiene ya 86. Tenemos la obligación moral de dejarlo bien para los que sigan en el futuro. No por una cuestión económica, porque la tierra es lo que es, lo importante es que si instalamos el campo de deportes, canchas, vestuarios, queremos que el socio tenga continuidad y que quede como siempre. El Náutico siempre renueva, perdura. Nosotros entregamos una tierra nuestra por un préstamo; si bien hay un resarcimiento y una ayuda, hay que asegurarle la continuidad a la gente. No creo que haya problemas.

 

N&P: ¿Unión entrega cuatro hectáreas en Libertad y Tandil a la comuna y ésta les cede cinco hectáreas, es decir una más?

JR: Sí, eso es lo que se habló. El predio está entre el Club Biguá y la caballeriza de la policía, al lado de otro club. Nosotros colaboramos con un comedor de esa zona, es bueno, vimos socialmente algo positivo. Unión es un club chico y esto mejoraría su infraestructura.

 

pag.16 bN&P: En los años ´50 y hasta los ´70, el club era el espíritu del barrio, la comunión de los chicos, la fiesta de casamiento, pero todo eso cambió. Ustedes lo mantienen vivo, y eso es bueno. De todos modos, no está nada cerrado, por lo visto…

JR: Sí, pero no creo que haya problemas; tendrían que cambiar mucho las cosas, pero nosotros tenemos una palabra comprometida y no creo que la municipalidad no cumpla. Es grande el tema traslado, habrá debate y eso es bueno. Queremos mucho ese barrio y le vendría muy bien que se acepte el traslado. Estuve en contacto con gente del deporte, del EMDER. Hablamos de que una de las descentralizaciones deportivas será allí, mezclando deporte y cultura, algo bueno para un barrio que necesita mucha contención.

 

N&P: Sí, porque es un punto caliente de la ciudad. Basta con ver los índices de criminalidad.

JR: Hay mucha buena gente que vive allí, pero se convive con el promedio más grande de criminalidad, desocupación, analfabetismo, superior a cualquier otra zona de Mar del Plata. Esperemos que salga bien. Nosotros lo hacemos desde la transparencia. Yo tengo 57 años y 50 en el club, al que le debo estudio, vocación, amigos, trabajo, conocí a mi esposa; mi utopía no es lograr una quinta o piletas sino que el club no pierda la esencia de barrio y de familia.