El expresidente peruano ha muerto tras dispararse en la cabeza en su domicilio de Lima cuando iba a ser detenido por supuestos delitos de corrupción vinculados al caso Odebrecht.
El expresidente peruano Alan García ha muerto tras dispararse en la cabeza en su domicilio de Lima cuando iba a ser detenido por orden de la Justicia por supuestos delitos de corrupción vinculados al caso Odebrecht, según medios peruanos.
Fuentes del partido Aprista y el presidente de Perú, Martín Vizcarra, confirmaron que el dos veces gobernante peruano (1985-1990 y 2006-2011) falleció mientras era operado en el Hospital Casimiro Ulloa de Lima, adonde fue trasladado de urgencia por agentes de la policía que habían llegado a su casa para detenerlo. Testigos consultados por la televisión peruana indicaron que García entró cubierto por una manta roja y, poco después, su hijo ingresó rápidamente en el hospital.
El ministro peruano del Interior, Carlos Morán, ha defendido la actuación de las autoridades en la detención que se iba a realizar del expresidente. Morán señaló que la detención fue ordenada por el juez José Luis Chávez, del Tercer Juzgado Nacional de Investigación Preparatoria, a petición del fiscal contra el lavado de activos José Domingo Pérez, quien está a cargo de la investigación.
El ministro relató que la detención estuvo a cargo del fiscal Henry Amenábar y un grupo de agentes que se identificaron ante García y le informaron de que iba a ser arrestado. El exmandatario pidió entonces un momento para hacer una llamada a su abogado y subió a su habitación, en el segundo piso de su vivienda, donde se encerró. “A los pocos minutos se escuchó un disparo de arma de fuego. La policía forzó la puerta y encontró a García en posición sentada y con una herida en la cabeza”, detalló Morán.
El ministro explicó que el exgobernante fue trasladado inmediatamente al Hospital Casimiro Ulloa, donde ha fallecido. “La intervención de la policía se ha apegado a protocolos establecidos, apoyada en una diligencia ordenada por un juez en el marco de un caso emblemático como es el de Odebrecht”, comentó Morán.
Con ello, el ministro del Interior quiso responder a las declaraciones realizadas por el secretario de Alan García, Ricardo Pinedo, quien cuestionó la actuación del fiscal durante la diligencia. Pinedo afirmó que el fiscal no estaba debidamente identificado y que no quiso decir al mismo García que se trataba de una detención, por lo que el expresidente se refugió en su habitación. “El fiscal le indicó que termine de bajar al primer piso porque tenía unas copias; ese es el término, ‘unas copias’, para iniciar un procedimiento”, contó Pinedo. “El presidente le preguntó: ‘¿qué procedimiento quiere hacer conmigo?’ y no quiso responder. Luego, le invocó a que baje al primer piso, y es en ese momento cuando el presidente ve todo ese movimiento extraño, por lo que sube al segundo piso e ingresa a su habitación”, agregó.
García era investigado por la Fiscalía por presuntamente haber recibido pagos ilícitos de la constructora brasileña Odebrecht por la construcción de la línea 1 del metro de Lima. Los fiscales descubrieron que García realizó en 2012 una conferencia en Sao Paulo (Brasil) por la que cobró 100.000 dólares procedentes de la cuenta oculta de Odebrecht, la misma con la que la empresa pagó millonarios sobornos en una docena de países de Latinoamérica. Asimismo, hallaron que su exsecretario Luis Nava y su hijo José Nava Mendiola y el exvicepresidente de la petrolera estatal Petroperú recibieron sobornos de Odebrecht.
El caso Odebrecht tiene imputados en Perú a los expresidentes Alejandro Toledo (2001-2006), Ollanta Humala (2011-2016) y Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018) por los sobornos que la constructora pagó entre 2005 y 2014. También tiene en prisión a la líder opositora Keiko Fujimori por las donaciones irregulares que la compañía hizo a sus campañas electorales.