El Boeing 737 de Ukraine International Airlines colisiona, según las autoridades iraníes, por problemas técnicos tras su despegue del aeropuerto Imán Jomeini cerca de Teherán
Un avión ucranio se ha estrellado durante la madrugada de este miércoles cerca del aeropuerto internacional Imán Jomeini, situado a 30 kilómetros al sur de Teherán. En la aeronave, un Boeing 737, viajaban 176 personas entre pasajeros y tripulantes de la aerolínea Ukraine International Airlines (UIA). El aparato se ha desplomado poco después de despegar de la capital de Irán debido a problemas técnicos, de acuerdo con Reuters que ha citado a la agencia Fars, y en una noche que ha quedado marcada por el bombardeo del Gobierno iraní a dos bases en Irak donde están desplegadas tropas estadounidenses. La Embajada de Ucrania en Irán ha confirmado que el avión ha sufrido un fallo en el motor y ha descartado que se trate de una acción terrorista.
El ministro de Exteriores de Ucrania, Vadym Prystaïko, ha detallado en Twitter la nacionalidad de los ocupantes: “Actualmente conocemos la siguiente información sobre los países de origen del accidente: Irán (82); Canadá (63); Ucrania (2 + 9 de tripulación); Suecia (10); Afganistán (4); Alemania (3); Reino Unido (3). Expresamos nuestras condolencias. Las autoridades ucranianas continúan investigando”, ha indicado. La Media Luna Roja, por su lado, ha descartado rápidamente hallar supervivientes debido a la magnitud del choque.
Cuatro portavoces de la aerolínea han asegurado por su parte que el avión era uno “de los mejores de su flota” y que los pilotos tenían “mucha experiencia”, según recoge Reuters de una conferencia de prensa oficial celebrada en Kiev, donde se ha informado también de que no había señales de que algo estuviera mal antes de que la nave despegara del aeropuerto y de que la última vez que se le realizó el mantenimiento fue el 6 de enero.
Boeing, el fabricante de la aeronave, ha sufrido problemas por la suspensión del regulador de la aviación civil de Estados Unidos del 737 MAX, su modelo más vendido. Pero por las complicaciones en la seguridad detectadas tras los accidentes de dos aparatos en 2019, uno de Ethiopian Airlines y otro de Lion Air, que se cobraron la vida de 376 personas, se ha provocado una pérdida de un 25% del valor de la compañía en Bolsa en los últimos 10 meses del pasado año. Una investigación de The New York Times publicada este lunes alertaba de que Boeing encontró nuevos riesgos para la seguridad en este modelo.
Las autoridades iraníes aún no han dado más información sobre el saldo ni las causas del siniestro, aunque la aclaración sobre los fallos técnicos de la aeronave hace menos factible que el accidente esté relacionado con el conflicto entre Washington y Teherán tras el asesinato del general iraní Qasem Soleimani el pasado viernes, que disparó la tensión en la región. Este miércoles, varias líneas aéreas han informado de que evitarán sobrevolar el espacio aéreo de Irán e Irak tras el ataque iraní sobre dos bases estadounidenses en suelo iraquí. La Administración Federal de EE UU (FAA) ha prohibido a todas las compañías de ese país volar sobre Irán e Irak, y aerolíneas de Canadá, India, Dubái, Singapur, Australia, o Corea del Sur se han sumado a la medida de precaución.
En julio del año pasado, otro avión de UIA que viajaba de Kiev a Bangkok tuvo que aterrizar de emergencia por problemas en uno de sus motores, de acuerdo con una investigación interna de la compañía. En esa ocasión, el Boeing 767 se vio forzado a regresar al aeropuerto de la capital de Ucrania después de que presentara problemas para ganar altura y la tripulación advirtiera los fallos técnicos.