Tres carabineros murieron y al menos 13 personas resultaron heridas en la explosión de una vivienda durante una operación de desalojo en Verona, el norte de Italia.

El incidente se produjo en una granja de Castel d’Azzano, al sur de Verona, y habría sido provocado por sus tres ocupantes, tres hermanos agricultores y ganaderos de unos sesenta años con dificultades económicas.
En un intento anterior de desahucio, estos ya habían amenazado con volar su casa, según precisó la agencia de noticias italiana Ansa.
«Al entrar en la casa, nos encontramos con un acto de locura absoluta: se prendió fuego a una bombona de gas y la explosión alcanzó directamente a nuestros agentes», declaró a Ansa el comandante de los carabineros de la provincia de Verona, Claudio Papagno.
«Se trata de un edificio abandonado desde hace varios meses cuyos ocupantes se habían atrincherado en su interior», precisó.
Según explicó, las fuerzas del orden están tratando de reunir todas las pruebas en el lugar de los hechos, aunque su hipótesis apunta a «un acto intencionado».
Los bomberos señalaron que los cuerpos de los tres carabineros habían sido recuperados de los escombros tras la explosión de la vivienda, que provocó su derrumbe.
Según precisaron en X, doce agentes de las fuerzas del orden resultaron heridos, así como una mujer, mientras que siete bomberos fueron hospitalizados.
Los dos hombres, uno de los cuales había huido tras la explosión, así como su hermana, fueron detenidos, según informó en Facebook el presidente de Véneto, Luca Zaia.
«Según las primeras investigaciones, parece que la granja era objeto de una orden de desalojo debido a las deudas contraídas por los tres propietarios», añadió.