Un informe desclasificado por los Estados Unidos develó el dinero que se ha pagado a víctimas civiles de los ataques en Afganistán estableciendo un promedio de 3.000 dólares por víctima.
En Afganistán los civiles siempre se llevan la peor parte de los costes de la guerra. Pero, ¿cuánto vale una vida o perder un brazo o una pierna? ¿Cuánto que te destruyan la casa o el negocio? ¿Se pagan igual los niños y las niñas muertos por fuego amigo? Unas preguntas terribles a las que ahora tenemos respuesta, en el marco de una guerra invisible que ayer volvió a sacudir Kabul a través de un ataque suicida talibán contra un restaurante frecuentado por extranjeros.
Gracias a un informe desclasificado a través de la ley por la Libertad de la Información de Estados Unidos -y debido a las presiones del Centro para los Civiles en Conflicto, una ONG con base en Washington D.C.- el ejército norteamericano se ha visto obligado a hacer públicos algunos de los datos sobre los pagos ‘ex gratia’, o indemnizaciones de guerra, realizados en Afganistán.
“Entre octubre de 2005 y septiembre de 2014 el ejército contabilizó 1.630 pagos ‘ex gratia’, con una media de 2.985 dólares por indemnización” según se lee en el informe. Estas compensaciones incluyen tanto las muertes como las heridas y los daños a los bienes privados. Las cifras facilitadas por el Gobierno de Washington prueban que brazos y piernas se pagan diferente, lo mismo que las muertes y heridas que, además, también tienen precio distinto según el género masculino o femenino. Todo depende del oficial sobre el terreno y de su rápida decisión ‘in situ’.
Según la información desclasificada, la sangría civil y de bienes privados ha costado a las Administraciones de George W. Bush y Barack Obama alrededor de 4,9 millones de dólares. Una cifra irrisoria en comparación con los 98 millones de dólares que cuesta, por ejemplo, un sólo cazabombardero F35 de la Fuerza Aérea de EEUU.
Los casos desclasificados no incluyen nombres, pero revelan uno de los aspectos más desconocidos de las guerras emprendidas por las democracias occidentales: el mucha veces injusto pago sobre el terreno a los afectados en los ataques, que presenta serias discrepancias que evidencian cómo en la guerra la justicia para los civiles es la primera víctima.
Tres veces por un hombre
“En 2012 la muerte de dos mujeres en la provincia de Logar”, al este del país, “fue valorada en 3.084 dólares, mientras la muerte de un varón fue compensada con 9.302 dólares”, explica el informe. “En 2013, en la provincia de Kandahar [al sur del país] una familia fue compensada con 2.778 dólares por la muerte de tres adultos y dos niños, mientras una mujer fue compensada por la muerte de su marido con 3.622 dólares. Y en 2011 en la provincia de Helmand”, también al sur, “dos civiles fueron compensados con 1.579 y 496 dólares respectivamente por el mismo tipo de herida de bala en la pierna”, añade el informe.
Otra de las formas con las el ejército de EEUU compensa a las víctimas es a través de pagos por la totalidad de los daños. Pagos que normalmente se hacen a través de los Consejos Provinciales y que, por lo tanto no, no se sabe si llegaron a las víctimas.
En 2009 se realizó “uno de 24.240 dólares para las familias de los civiles muertos como consecuencia de las operaciones de la Coalición Internacional y EEUU”, sin hacer mención al número de víctimas o el lugar. Además, “en 2010 en la provincia de Daykundi”, en el centro del país, “se otorgaron 156.720 dólares a los familiares de los 22 muertos y 23 heridos a consecuencia de las operaciones de la coalición”. Mientras, “en 2011 en la cuidad de Kandahar un individuo recibió 14.993 dólares por la destrucción de su casa y la muerte de sus tres hijos”.
Víctimas sin indemnizar
Por otro lado, el informe también incluye diversas víctimas que nunca fueron indemnizadas y que, debido a la falta de protección legal, es muy dudoso que nunca lleguen a ser compensadas.
“En 2010 una indemnización de 13.369 dólares para un afgano por las heridas a una hija, la muerte de dos civiles, entre ellos un niño, y las heridas a otros cinco, uno de ellos con un disparo en el estómago, nunca se llegó a realizar”.
Asimismo, otra compensación de 13.500 dólares para “10 civiles muertos en la provincia de Ghazni”, en el centro del país, tampoco fue pagada. Lo mismo que sucedió en Laghman, al este, donde “diversos pagos de 5.000 dólares para un número indeterminado de víctimas” nunca llegaron a sus destinatarios.
Las tropas regulares de EEUU ya no combaten en el país y por lo tanto se han acabado las compensaciones oficiales exceptuando las causadas por bombardeos aéreos. A las víctimas del pasado que fueron compensadas se les dio carpetazo hace mucho tiempo, y para las que no fueron indemnizadas no hay ninguna organización que les preste la ayuda necesaria para litigar contra el gigante militar norteamericano.
Por otro lado las actividades de las fuerzas especiales de EEUU con base en Bagram o Jalalabad no están reguladas y, por lo tanto, se desconoce el número de víctimas que han causado o si éstas han recibido indemnizaciones, especialmente durante las últimas operaciones en las que han tomado parte, como la reconquista de Kunduz o la estratégica carretera de Ghazni, así como ahora mismo en la provincia de Helmand, al sur, que ya casi está en manos de los talibán.
“Desde el año 2001 la guerra se ha cobrado 26.000 víctimas civiles”, según cifras del estudio Los costes de la guerra de la Universidad de Brown.