“Nadie garantiza que poniendo pararrayos se solucione todo”

El profesor Norberto Ovando, presidente de la Asociación de Amigos de Parques Nacionales, habló esta mañana en la 99.9 y opinó sobre la medida que pide instalar un pararrayos en cada playa. “El informe de los expertos del INTI no aconseja esto”, señaló, además de explicar los motivos por los que hacerlo sería inviable. 

Norberto-OvandoLos rayos caídos durante enero y que en algunos casos terminaron con víctimas, llevaron a que los funcionarios piensen que la solución para evitar nuevas víctimas es obligar a los balnearios a colocar pararrayos en cada una de las playas. Sin embargo, esa decisión, según los especialistas, no es la correcta.
Esta mañana en la 99.9 habló el presidente de la Asociación de Amigos de Parques Nacionales, Norberto Ovando, quien explicó: “el informe de los expertos del INTI, que es uno de los organismos con mayor experiencia, porque tienen el único laboratorio de pruebas de pararrayos de Latinoamérica, no aconseja esto por una cantidad de obras que habría que hacer en cada lugar de la playa, inclusive para proteger la zona de la torre donde hay que poner los pararrayos”.
Obviamente, existen sólidas razones para desaconsejar esa instalación: “un pararrayos de última generación no puede proteger más allá de los 80 o 100 metros de radio. Si nos hacemos la idea de tener una torre cada 150 o 200 metros, nos daremos cuenta de que el impacto visual que habrá en el área de las playas será inapropiado; además, no solamente habrá un altísimo costo, sino que hay que cuidar la forma en que se pondrá la bajada del cable y demás”.
También puede ser algo peligroso si no está bien delimitado, porque la zona donde cae el rayo es igual de peligrosa: “el pararrayos tiene la función de desviar el rayo. Por lo menos, tendría que tener 50 metros de zona despejada para que la gente no se acerque hasta ahí cuando el rayo se está produciendo. Pensemos que un rayo no es solo una caída muy puntual, porque puede tener ramificaciones y puede abarcar mucho más de 100 metros de radio. Son las descargas atmosféricas más comunes que hay y no tienen definido un punto de caída”.
Lo que solicita Ovando es que se consulte a los especialistas, porque hay que estar informados sobre ciertas cuestiones. “Hay que evaluar el área de la costa muy bien, nadie garantiza que poniendo pararrayos esté todo solucionado. Puede haber otros problemas que se deben valorar. Un rayo puede caer a 50 metros de una torre y no ser atraído”, advirtió.
Investigar en profundidad antes de dictar una medida es algo que los políticos no suelen hacer, pero que resulta de vital importancia para solucionarlos problemas. “Cada vez que tenemos un problema, como ahora los cuatriciclos, todo el mundo sale desesperado. Lo que hace falta es tratar el tema con tiempo y un plan de contingencias. Debemos reducir estos impactos, ya sean producidos por el hombre o por la naturaleza. Hay un cambio climático global que provocará mayor cantidad de energía en rayos y este tipo de cosas hay que trabajarlas con tiempo, ordenadamente”, opinó el especialista.
Lo que pide en concreto es: “se deben hacer mesas de trabajo en cada localidad y, después, una más generalizada en la Provincia de Buenos Aires, convocando a los mejores especialistas que pueden dar la mejor opinión. Siempre por detrás de un hecho político debe haber un hecho científico que avale la decisión tomada”.
Por último, el profesor Ovando apeló a la responsabilidad de las personas al momento de una tormenta: “hay un servicio meterológico que da información con tiempo de lo que va a suceder. La gente debe obedecer porque hay mucha imprudencia, mucha falta de educación y sobre todo de respeto por las personas que están cumpliendo una función, como el guardavidas que pide que se retiren de un lugar”.