Lucía González es una vecina de la ciudad que fue asaltada cuando bajó del colectivo. El ladrón, antes de irse, le disparó en una pierna, provocándole una fractura. Desde el HPC, habló esta mañana en la 99.9 y destacó que “la delincuencia es un negocio, no se para quién, pero nadie hace nada”.
Hay muchos casos de inseguridad en Mar del Plata que no llegan a la tapa de los diarios y, a veces, ni siquiera forman parte de alguna nota en el interior de los mismos. Pero suceden a menudo en la ciudad.
Esta mañana en la 99.9, brindó su testimonio Lucía González, una trabajadora que sufrió un robo cuando volvía de trabajar; el delincuente le dio un disparo en una de sus piernas. En la entrevista, que brindó desde una cama del Hospital Privado de la Comunidad, detalló: “estoy internada desde el viernes pasado. Bajaba del colectivo con mi equipo de trabajo, porque soy pedicura. Me agarró uno en una moto, se bajó con un revólver, me enfrentó, me sacó todo el equipo, siempre apuntándome al pecho. Cuando se iba le dije si me iba a sacar mi equipo de trabajo y encima me iba a tirar un tiro; y sin pensarlo, me tiró”. Aunque suene muy frío y desalmado, así fue como sucedió. Y todavía hoy, Lucía tiene esa imagen en su cabeza: “me disparó mirándome a los ojos y hoy todavía no puedo sacarme esa mirada de encima”.
Luego, detalló dónde sucedió el hecho, muy cerca de donde hace unos meses se produjo un crimen de repercusión mediática muy fuerte: “fue en la bajada del colectivo, esperan en las paradas del colectivo. Fue Colón y Carasa, es a doce cuadras de donde mataron a Martín Campos este año. Nunca había pasado esto, ahora te pasa en cualquier lado. No hay un lugar donde estés liberado, no hay justicia, no hay nada. Ellos hacen lo que quieren porque no hay nada, tienen entre 16 y 17 años. Nadie se preocupa tampoco por ir a buscarlos”.
En ese sentido, Lucía González se sintió desprotegida incluso por quienes deben trabajar por la seguridad del ciudadano: la policía. “La autoridad policial no hizo nada, me hacían preguntas en el suelo cuando estaba tirada esperando la ambulancia, pero no me han pedido un retrato ni una descripción del ladrón”, aseguró. Y explicó: “no vino nadie, en ese momento cortaron la calle y realizaron un peritaje los de Científica; no sé qué buscaban, porque se me había caído un aro y no lo encontraron, lo encontró un vecino tirado en el medio de la calle. Así que imagínese cómo hicieron el peritaje”.
Ahora, su situación es delicada porque todavía tiene la bala en su cuerpo y las consecuencias ya son graves, pues el impacto le provocó una fractura: “el disparo me impactó debajo de la cabeza del fémur. La bala todavía está en mi cuerpo porque me rompió el hueso al impactar. Posiblemente hoy me operen para sacarme el proyectil y ponerme la placa que corresponde en el hueso. Con el yeso, estoy un mes y medio; después, la rehabilitación. Así que, además, no puedo trabajar”. Todos los marplatenses, cuando dan testimonios sobre estos hechos, llegan siempre a la misma conclusión: “acá nadie le pone el cascabel al gato. Pareciera que la delincuencia es un negocio, no se para quién, pero nadie hace nada”.