La docente asaltada en la puerta de la Escuela Primaria N° 78 a quien le gatillaron dos veces en la cabeza sin que saliera el disparo, brindó su testimonio en la 99.9: “hoy tengo que salir a hacerme estudios y no dormí porque tengo miedo”.
El testimonio es desgarrador. Nancy Prieto es una docente que hace dos días fue a la Escuela Primaria N° 78 a cumplir con su tarea cotidiana y la vida le cambió. Dos delincuentes la sometieron y golpearon para robarle el auto en la puerta del establecimiento educativo pero como si todo eso fuera poco, le gatillaron dos veces en la cabeza pero la bala nunca salió. Cuando se estaban subiendo al auto finalmente para irse, volvieron a gatillar al aire y salió el tiro.
Horas después, todavía consternada por lo que le había tocado vivir, Nancy habló en la 99.9: “tengo suerte de estar viva pero mi vida es distinta ahora, hoy tengo que salir a hacerme estudios y no dormí porque tengo miedo. Hay que festejar cuando no pasen estas cosas, decir que tuve suerte no es una palabra correcta para este momento que vivimos”.
Ese malestar que hoy tiene, el miedo que todavía corre por sus venas, tienen que servir para algo. Al menos eso es lo que ella cree: “lo único que espero es que ojalá todo lo que me hicieron, los dolores que tengo en el cuerpo, sirvan para que alguien de los que están puestos en lugares estratégicos para cuidarnos y resolver estas situaciones, hagan algo y se den cuenta que no es chiste. No puede ser que jueguen con las armas y las muevan como si fuera mi birome cuando corrijo”.
Saben que pueden hacer todo esto porque gozan de impunidad, porque nadie los detiene: “no puede ser que manejen así el miedo, que no les importe una señora embarazada, una nena que gritaba desesperada y que hagan todo con impunidad porque los protegen y nadie hace nada. Somos todos humanos y tenemos derechos, no sólo ellos”.
Su principal miedo es como continuará su vida, porque ahora, el miedo se adueñó de ella y también tiene ese sentimiento por sus compañeras que siguen concurriendo: “el lunes no podré estar entregándole los regalos a los chicos que venimos preparando hace mucho tiempo, pienso en mis compañeras que si van a estar y me da mas miedo. No puede ser que abramos una escuela con un patrullero en la puerta. Hoy no puedo volver a la escuela y pienso que no puedo volver. Estos chicos me jorobaron la vida, vivo con miedo. No quiero cambiar por culpa de estos dos”.