La firma apunta a producir y exportar lácteos con certificación orgánica, aprovechando una tendencia global a consumir alimentos naturales y saludables.
En un contexto de caída de la producción y el consumo de lácteos en el país, Nestlé, uno de los jugadores globales del sector, apuesta a abrir un nuevo mercado: el de lácteos orgánicos. “Queremos ser pioneros en la producción de leche orgánica en Argentina”, comentó Gian Carlo Aubry, CEO de Nestlé Latinoamérica a El Cronista.
“Si queremos ser competitivos y exportar leche al mundo, tenemos que agregarle valor, porque ahora es un commodity”, destacó el ejecutivo. “Hay una tendencia global hacia el consumo de alimentos y bebidas más saludables y naturales, y desde Argentina podemos competir muy bien en este segmento”, aseguró.
Desde la compañía están generando acuerdos con tamberos, para hacer una inversión conjunta en la reconversión de tierras, alimentación de las vacas sin usar pesticidas ni productos químicos, y la trazabilidad. “Este proceso llevará más de dos años. Es una apuesta a mediano plazo”, destacó Aubry.
Si bien el foco está puesto en la exportación, la firma también piensa introducir leche orgánica en el mercado local. “Son productos premium pero esto no es sinónimo de ABC1. Ya hemos visto en otras categorías, como la comida para mascotas con nuestra marca Purina, que hay público de todos los niveles dispuesto a pagar un plus por una calidad superior. Y también lo vemos en nuestras tiendas Nespresso”, afirmó.
Con un abanico de productos que van desde café, golosinas y lácteos, hasta bebidas y alimento balanceado, “la caída del consumo se hizo notar sobre todo a partir del segundo semestre del año”, comentó Aubry. “Sin embargo, vamos a cerrar el año con más exportaciones que en 2017”, aseguró.
En el segmento lácteo, Nestlé compra anualmente u$s 80 millones en leche para su procesamiento, a 140 tambos en Córdoba y Santa Fe, lo que representa 2,6% de la producción nacional. Además, exporta 25.000 toneladas anuales.
Este año lleva invertidos u$s 36 millones en el país. De ellos, unos u$s 12 millones fueron a una línea de envases para la chocolatada Nesquik en Villanueva (Córdoba) y u$s 1 millón en la nueva planta de leche condensada en Firmat (Santa Fe), un producto que había dejado de elaborarse en el país hace más de 15 años.
En cuanto a la oportunidad que generó la retirada de Sancor en el mercado, Aubry sostuvo que “es algo momentáneo, porque la compañía se está recomponiendo y va a volver, de la mano de empresas que están comprando sus activos y poniéndolos nuevamente en producción”.
El ejecutivo negó que Nestlé estuviera interesada en comprar alguno de los negocios de la ex cooperativa. “Estamos siempre mirando el mercado, pero no compramos una compañía si no la necesitamos. En nuestro negocio de lechería hoy estamos más enfocados en la producción orgánica y es allí donde pensamos crecer”.
“Creemos que podemos ser competitivos en Argentina, más allá del tipo de cambio”, destacó Aubry, quien a comienzos de esta semana estuvo en Uruguay junto al VP de Nestlé Americas, Laurent Freixe, inaugurando un nuevo centro de operaciones, con una inversión de u$s 27 millones que generará unos 300 empleos.
La compañía fue una de las impulsoras del Acuerdo por la Empleabilidad Juvenil, que junto a otras 29 empresas se firmó a comienzos de esta semana en Montevideo, en el marco del Primer Encuentro de Jóvenes del Mercosur. El objetivo es generar en los próximos dos años, 40 mil oportunidades laborales para los jóvenes de la región.